Así desperté yo

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Golpeada, torturada, con frío, así desperté yo, con las manos atadas , llorando pidiendo libertad, podía ver debajo de los bordes de la venda que me cegaba.
-¡Ayuda ... Por favor ayuda!

Ya no se cómo me llamo, no quiero ir a casa porque no se donde vivo, es como sí dios te hubiese creado en ese mismo instante en ese cuarto.

-#457
-!¿ Qué, quién es!?
-Asiente muchas veces con la cabeza.
No se porque lo hice... Fue cómo un instinto. Tal vez porque era mi primer contacto con el mundo.
Y lo vi por primera vez, el mundo era oscuro y pequeño, con un aroma desagradable.
Tal vez así es como se siente un recién nacido, sin saber dónde carajos está, sin saber que ha sido condenado a morir, morir en ochenta años, tal vez más, tal vez menos, o en ese mismo instante, porque así es este díos, un díos cuyo mundo es un cuarto oscuro y sin esperanza alguna, o tal vez espera que tengamos un poco de fé.
-Agita tus manos.
Lo hice y me libere del todo, estaba asustada, necesitaba despejar mis dudas, me levanté torpemente, las piernas no aguantaban mi peso casi caía, pero me aferre a la oscuridad, sosteniendome de lo que parecían ser paredes., Pero una de esas paredes se abrió y caí de lado, me encontré en una habitación deprimente, blanca totalmente sin color, más que el armario del que acabo de salir, quise antes de registrar el inquietante lugar. Meterme a bañar, busqué el baño rápidamente, y lo encontré, pensé en quitarme la ropa para bañarme pero al verme en el espejo del baño, noté que estaba desnuda, llena de heridas , sangraba mucho, en los brazos y rodillas, llena de moretones y arañazos.
Giré la perilla de la ducha y me metí al agua que se hacía tibia con el tiempo, sentía por mi piel desnuda el recorrer del agua, limpiando mis heridas, quitándome la sangre mientras pasaba temblorosamente mi mano por mi cuerpo.
Al salir me di cuenta que el baño también era todo blanco, mientras me daba el baño me daba cuenta que en mi nuca estaba tatuado en tinta blanca el número #457. Paré de bañarme, miré mi cuerpo, limpio sin sangre, mi cabello era blanco, no canoso pero si estaba descolorido, al parecer lo tenía rubio, salí del baño y tomé ropa que estaba en una cama, la ropa era blanca y negra, la blusa era negra con cuello blanco y la falda era corta y cuadriculada de color blanco y negro, el sujetador y medias también , era cómo un mundo blanco.
Giré el pomo de la puerta, cientos de chicos y chicas paseaban caminando con ropas blancas, negras, verdes, un sin fin de colores. Todos con números blancos tatuados en su espalda, parecía ser obvio que yo era nueva, todos se me quedaban viendo como una extraña, allí fue cuando vi que mi ropa empezaba a cambiar de color como loca.
¿Qué mierda pasa conmigo?Todos lo miraban, cómo mi ropa cambiaba de color, estaba nerviosa, feliz de no estar sola, alterada, triste de no saber donde estaba, pero sobre todo confundida, en medio del mar de cabezas pude alcanzar un letrero en letras blancas que decía: Biblioteca.Algo me impulsó a ir allí, tal vez un instinto algo más potente pero fui a la biblioteca sin dudarlo. Una ves adentro, mi ropa se quedó en un tono blanco y negro como en el principio.

Tengo que contestar muchas dudas .

La Número #457Donde viven las historias. Descúbrelo ahora