NO!

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Ultimos capitulos.Muchisimas gracias por acompañarme en este final!.

Los rayos celestes siguen bajando y llegan a cubrir por completo la cama,abrazándola con su inmenso poder.

Yo no estoy en ella,unos segundos antes de que llegara hasta mi ese intrusivo poder,algo lleno mis pensamientos,algo que leí en mi tiempo de dolor,vómitos,cansancio,malestar,podían ser síntomas de un...embarazo.Solo la remota posibilidad de aquello me hizo literalmente tirarme de aquella cama.

Desde el suelo,mire a una Beleni muy confundida.

-¿Que haces Tiana?¿Porque te bajaste de esa forma?-me pregunta ella.

-Algo vino a mi mente,es casi imposible...pero,si fuera verdad,no me lo perdonaría jamas-le dije con intensidad.

-¿De que estas hablando?-me dijo ella con voz tensa.

-Embarazo-le respondí,extrañada de usar esa palabra en mis labios-¿Podría ser?¿Seria posible que fuera eso el causante de mis síntomas?-.

Beleni,miro a aquellas otras dos mujeres y luego nuevamente a mi,con una una expresión  que no logre descifrar.

-Era necesario Tiana,lo hacíamos por ti,para que nos sufrieras.Y también para evitar un desastre en el correcto orden de las cosas.

Yo la mire incrédula.Sus palabras me confirmaban que estaba embarazada y que ellos lo sabían,y que habían querido...¡Por Dios!

-¿Querían matar a mi bebe?¿Matarlo?Que?...¿Como puede ser?Son seres celestiales...¿Como harían semejante maldad?-dije y las lagrimas corrieron sin detenerse,por mi rostro

-Ellos no sufrirían-dijo y al ver mi expresión interrogante agrego-Si,son dos.Son muy pequeños,ínfimos.No te causaría dolor,pues no lo sabrías y nos ahorraríamos esa calamidad.

Cerre los ojos por un momento,mis manos se pasaban frenéticas por mi cabello.

-No...yo no puedo creerlo...no.¡Son horribles,siniestros,perversos.Son mis bebes ¡Míos!-grite presa de una creciente ira.

-Beleni se acerco con expresión arrepentida...

-¡No¡-grite y una ráfaga potente de aire la empujo hacia atrás.

Ella me miro confundida,y volvió a querer acercarse...

-¡¡¡Dije No!!!-volví a gritar y una pared de aire muy potente la hizo salir volando y chocar fuerte contra la pared.

La mire con intensa furia mientras ella,se levantaba del piso con dificultad.

-No voy a tomar en cuenta esto, porque entiendo las emociones que te han llevado a a hacerlo.Tiana,no era mi intención dañarte...llamare a Jaden para que se encargue de ti-dijo Beleni pasando con cuidado al lado mio,y luego se marcho.Las otras dos mujeres la siguieron en silencio dejándome sola en el piso de aquella habitación.

Mientras volvía a colocarme el camisolin,seguí llorando,no podía creer lo que estaba pasando,que hubieran querido lastimar  a mis bebes,ellos,los seres celestiales que se quejaban de mi comportamiento.Yo amaba y ellos mataban... y osaban hacerme reclamos.

Me detuve a pensar en esto...seria madre,mama.Tengo dos bebes de Edward en mi vientre,sus bebes.

Es tan irreal,pero hermoso,nuestro insensato amor trajo vida como resultado,nunca considere que algo así pudiera suceder.Lo entendí en ese momento,el debía saberlo,debía salir en ese mismo instante de allí.

Me puse en pie y acaricie mi vientre aun plano.

-No permitiré que nadie los lastime-les prometí.En ese momento la puerta se abrió.

Jaden apareció con la expresión mas culpable que he visto en mi vida.

-Tiana...yo-comenzó a decir,pero lo interrumpí.

-No digas nada,lo que quisieron hacerme...es inconcebible.Somo vida,no muerte.Realmente no puedo entenderlo-dije bajando la cabeza.

-Tiana,solo puedo decirte que lo lamento.pero aunque estés enojada,sabes porque lo hicimos,no escuchas,no obedeces,tomas nuestras reglas como algo sin importancia.Lo que quisimos hacer es inexcusable,pero fueron tus propias acciones las que te trajeron hasta aqui-me dijo Jaden mirándome.

-Ya no quiero oír mas,me voy...y ay de aquel que trate de detenerme-dije con voz iracunda.

Salí por la puerta abierta y solo camine,supuse que en cualquier momento alguien me frenaría,que intentaría detenerme...pero no.Camine demasiado por el interminable pasillo.Hasta llegar a una puerta muy alta y dorada.Ahí me detuve y extendí mi mano para abrirla,cedió fácilmente.

Afuera no habia nada,ese lugar parecía estar suspendido en lo alto del cielo,muy alto y seguramente muy invisible también para el ojo mortal.

Estaba débil,pero igualmente lo intente,pensé en un lugar,su casa perdida en el bosque,aquel refugio que conoció nuestro amor,su cabaña.

La pequeña casa de madera apareció frente a mis ojos y suspire aliviada,aun podía hacerlo,podía transportarme.

La puerta estaba cerrada pero un soplo fuerte que broto de mi,la abrió,en verdad casi la arranco,tuve que arreglármelas para volver a acomodarla en su lugar.

Entre,parecía deshabitada hace tiempo.Suspire, tanto amor...tantos recuerdos.

Puse mi mano sobre mi vientre,este amor que nos había unido había crecido y ahora estaba vivo dentro de mi.

Me fui hasta nuestra habitación,y me deje caer sobre la cama y agotada por tanta emoción simplemente me quede dormida.

Pasaron dos meses mi vientre al fin creció,era extraño ver como mi cuerpo cambiaba,se redondeaba,era mágico.Mis pequeños o pequeñas,no lo se,ya se hacían sentir en mi abultada barriga.Parecian hacer algún tipo de danza de pataditas y al sentirlos yo también lo hacia,bailaba dando vueltas por la casa al son de la melodia que mis bebes me marcaban.

Muchas veces pensé en ir en busca de Edward,pero el temor a su rechazo,me lo impedía siempre.Aunque tuviera una buena explicación para ello,el solo sabia que yo lo había abandonado...de nuevo,por tercera vez.Por esa razón no me decidía a buscarlo.

Ninguno de los seres de mi naturaleza se hizo presente en esos meses,ni para mal, ni para bien.Solo estábamos nosotros tres.

Una tarde muy calurosa,estaba preparándome una ensalada de frutas en la cocina.Las había traído de una granja cercana en una rápida incursión delictiva.

Comía serenamente cuando escuche un ruido afuera que me sobresalto,mire por la ventana intrigada y...

-Dios ¿ Y hora que hago?-dije al ver un auto y al mismísimo Edward bajando de el.

Me moví inquieta por la cocina,sin saber que hacer.

Tuve la idea de irme,pero no podía seguir escapando toda mi vida.Así que me quede ahí,parada,vestida solamente con una de sus camisas,y descalza.

-Que pase lo que tenga que pasar-dije y sentí que Edward abría la puerta.

Oí sus pasos en la sala y luego dirigiéndose hasta donde estaba yo.

Unos ojos verde-celeste se posaron en los míos y yo solo atine a decir.

-Hola Edward-.

Tiana:  El amor de una ninfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora