HOLA A TOD@S, ESTA HISTORIA FUE PARA UNA AMIGA MUY QUERIDA, MUY DULCE... Y SIEMPRE LO SERÁ, SEGURO.
SOLO QUE ESTA VEZ, ME ECHARON UNA MANITA CON LAS IDEAS, ASÍ QUE NO ES SOLO MÍA, AUNQUE SEA YO LA QUE ESCRIBA, YA QUE LAS IDEAS BROTARON ENTRE DOS PARA REGALARSELO ENTRE LAS DOS A ESTA PERSONITA QUE AHORA VIVE EN LINARES, MI QUERIDA TOÑI.
OJALÁ OS GUSTE, LA DIVIDÉ EN DOS PARTES PORQUE ES UN POQUITO MÁS LARGUILLA QUE LA ANTERIOR. NOTAREIS QUE ES DE LA PRIMERAS HISTORIA QUE SOLÍA HACER, EL DIÁLOGO ABUNDA COMO NUNCA.
OS DEJO CON LA LECTURA
Aurora Salas Delgado©
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Obra registrada número: 1308065544804
- Adiós, Mª Luisa, felices vacaciones.
- Hasta cuando venga, Pili, lo mismo te digo.
Mi mejor amiga de clase acababa de irse de vacaciones nada más terminar la escuela, si no hubiese sido por José Antonio, no hubiese pasado nada, pero es que, su cuerpo, sus ojos me volvían loca. Pero, todo era en vano, ¿por qué el mundo era tan cruel conmigo?
Llegué a casa; mamá, estaba sentada en el sillón, papá se había ido hacia rato a trabajar.
- Hola, ya he llegado.- le dije dándole un beso.
- ¿Cómo ha ido todo?- me preguntó mi madre.
- Como siempre, me han quedado matemáticas, las recuperare, tranquila.
Mi madre alargó su mano hasta el mueble-bar y me dio una carta. La cogí:
- ¿De quién es?
- Tu primo Jesús quiere que vayas allí, de vacaciones, al chalet que tiene en la costa azul, al lado de la playa.
- ¿En serio?.- miré a mi madre de reojo.- ¿Me la has enseñado, por qué puedo ir?
Mi madre asintió:
- Prepara tus cosas, serán los dos meses de verano los que allí te quedarás, llévate las matemáticas y apruébalas, estudia. Es lo único que te pido que hagas.
- Gracias, mamá.
Era la primera vez que me dejaban irme con mi primo, nunca lo harían. Me dirigí a mi habitación y comencé a preparar la maleta y todo lo que me llevaría. Leí la carta primero sentándome en la cama.
Tendría que salir de aquí mañana. Atrapé el teléfono y llamé a mi primo:
- ¿Jesús? Sí, soy yo, Pili. Mi madre me ha dejado ir, sí... iré mañana por la mañana hacia allá, creo que hay uno a las cinco de la madrugada, llegará a las siete y media, por ahí. Gracias primo, hasta mañana.
Bien, iría, me olvidaría de José Antonio, me tranquilizaría por unos momentos de los estudios, menos de las matemáticas, y me relajaría por completo tomando el sol, tumbada en la fina arena de la playa. Era lo mejor que podía hacer.
A las cinco cogí el tren para Málaga, estaba en la Costa Azul, Jesús iría a recogerme pero con un amigo, me había dicho que aún no tenía novia, pero tenía tan metido a José Antonio, que le dije que no me hiciera ilusiones.