Capítulo 7

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Era una incómoda mañana en la LME, bastante incómoda para un, algo avergonzado, adonis de metro noventa que esperaba a Lory, quien lo había llamado para tener una "seria" charla sobre el incidente con la madre de Kyoko, mas para el mejor actor de Japón, Koun Hizuri, conocido por el mundo como Tsururga Ren, estaba claro que, obviamente, lo había llamado para burlarse de él, así como Yashiro lo torturó por el resto del fin de semana con la cantaleta maliciosa de "No le agradas a la suegra". Pero Ren ya estaba preparado para las sonoras risas de Lory, seguro diría algo como:

"¡Jajajajaja! ¡¿Pero qué clase de suerte es esa, muchacho?! ¡Por fin te atreves a hacer un movimiento y la suegra aparece! ¡Y todavía esa suegra! ¡Jajajajaja!"

Pero evitando recordar ese extraño amanecer, esa madrugada fue la más sublime que Ren pudo haber tenido en su vida.

Esa noche, Ren entró a su departamento con Kyoko en brazos, como si fuera una princesa, y la dejo delicadamente acostada en su cama. Luego, desempaco las bolsas y le puso una compresa fría en la frente, mientras le acariciaba el rostro suavemente.

Sus mejillas estaban ardiendo, al igual que su frente, pero sus manos estaban frías. Al instante fue por el termómetro y la fiebre, aunque parecía haber bajado, seguía fuerte. Dejó el termómetro en su lugar y se dedicó por completo a acariciar a su amada mientras ella dormía. Todos sus sentidos estaban enfocados en ella y sus pensamientos en darse valor para decirle todas las palabras que tenía atrapadas en la garganta, esperando por salir. Comprobó que su estado estaba mejorando, probablemente era el agotamiento lo que empeoró la situación, pero seguro la pastilla que le dio Sho era suficiente, por el momento. La miraba, se sentía mal por no haber estado con ella, la miraba detenidamente desde sus bellos pies descalzos, sus piernas, su torso, sus brazos, su tentador cuello, y así llegó hasta su rostro angelical, sus labios... Y entonces, cuando sació sus ojos y vio el exquisito panorama, y pronto, al verla dormir tan plácidamente, sus pasiones se encendieron, pronto sus labios estaban más cerca y sus respiraciones se mezclaban... Pero en ese entonces la sonrisa maliciosa de Yashiro invadió la mente del hombre enamorado que por poco da rienda suelta a los deseos "pecaminosos" de su corazón.

« Seguro que no perderás el control?»

"¡No! ¡No puedo atreverme a tocarla ahora!..."

El hombre suspiraba mientras se alejaba de ella, con pesar.

"No es el momento..."

Pensó resignado mirando a la peligrosa belleza que descansaba indefensa en su cama. Entonces se decidió no mirar más para no cometer un crimen y a ir por un sofá-cama para acomodarlo al costado de la cama donde ella estaba, su cama. Pero, justo cuando estaba por irse, la tentación incendió la noche... Kyoko ligeramente abrió los ojos, estaba en esa delgada línea entre el mundo de los sueños y la realidad, y con una sonrisa de esas que son las más peligrosas rompió el silencio, casi en un susurro le dijo cosas que de ella nunca pensó escuchar.

— No... No te vayas... Necesito más de tus caricias...

Ren se quedo en silencio, totalmente sorprendido.

Skip Beat: Luces, cámara y... ¡Amor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora