Sofia Perez Cajal una chica de 18 años, sencilla humilde, pelo castaño y ojos color miel, la relacion con sus padres no es muy buena, por no decir nula, hasta que aparece Daniel Velvet, alto, rubio, ojos verdes, musculoso y con tatuajes, es chulo, p...
Cuando salgo de la ducha me maquillo y opto por rizarme el pelo, una vez lista, voy a por uno de los vestidos que traje. Salgo y la habitacion esta silenciosa, parece que Daniel se ha ido..., camino hacia el armario, pero me paro en seco y con una enorme O formada en mi boca mirando el precioso vestido que se encuentra estirado en la cama, es azul, de palabra de honor en forma de corazon, adornado con piedrecitas, y que se ajusta al cuerpo hasta los pies, es precioso, miro y a su lado, hay unas sandalias negras con un impresionante tacón, busco sobre la cama alguna nota, carta..., hasta que la encuentro.
Mi corazón da un vuelco cuando leo la nota, este chico cuando quiere es un amor, cojo el vestido con sumo cuidado y lo deslizo por mi cuerpo, me miro en el espejo y se adapta perfectamente a mis curvas, me calzo los zapatos, busco mi bolso negro de noche y me doy un ultimo vistazo antes de salir de la habitacion.
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Busco entre las personas del bar a Daniel, por fin lo encuentro, esta riendo con su amigo Peter y con Luci de algo, me acerco a paso lento y decidido, cuando llego veo a Daniel comerme de arriba a abajo, lo que hace que me sonroje.
-Nena estas preciosa.
-Es verdad Sofi, me volvería lesbiana por ti ahora mismo-dice mi amiga guiñandome un ojo.
Le doy un codazo mientras rio por su comentario, esta muchacha y sus obscenidades...
Salimos los cuatro del hotel y ponemos rumbo al restaurante, Daniel va con un traje completo, con la corbata azul cielo y la camisa blanca, se ve tremendamente sexy.
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Llegamos al restaurante y hay bastante gente, Daniel da las llaves al aparca coches y entramos, el lugar es pintoresco a la vez que elegante y serio, da su nombre al camarero y nos dirigen a la mesa.
-Eligan el menu señores y señoritas, enseguida vendran para tomarles nota, que pasen una buena velada.
Nos decidimos por pedir platos combinados, para poder probar de todo un poco y de beber un vino que segun Daniel estara delicioso.
-Estoy deseando que lleguemos esta noche para quitarte ese vestido-me susurra.
Le doy un pequeño manotazo bajo el mantel, este chico no tiene vergüenza, pero yo si, no tengo ganas de ponerme colorada y con sus mensajes directos...
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La velada pasa tranquila, reimos y charlamos, todo estaba buenisimo, nos encontramos los cuatro hinchados...
Salimos del restaurante y ponemos camino al hotel, en el camino el movil de Daniel suena.
-¿Si?
Noto como escucha a la otra persona que no se quien es.
-¿No puede esperar?
La otra persona contesta y la mandibula de Daniel se tensa.
-Recogemos las cosas y ponemos rumbo a Estados Unidos.
Deja el movil bruscamente en el hueco de la palanca y dirige su mirada por el retrovisor a Peter.
-Tenemos que volver ahora mismo, recogeremos las cosas, nena vosotras tambien vendreis.
-¿Que? Nosotras tenemos la vuelta pagada.
-Me encarge de que te la devolvieran para que pudieras venir conmigo.
-Daniel deberias avisarme de las cosas, no es que me moleste, pero son cosas que puedo solucionar yo sola.
-Lo siento nena, lo tendré en cuenta.
Llegamos al hotel, subimos y recogemos las cosas lo mas rapido posible, una vez empecado todo y a vernos cambiado de ropa para ir mas comodos, bajamos, subimos al coche y nos dirigimos al aeropuerto.
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Después de unos veinte minutos el gran edificio se encuentra en frente nuestra, Daniel arregla lo del coche de alquiler y entramos.
Nos dirigimos por una puerta alejada de todas las demas de embarque.
-¿Por que vamos por aqui?
-Nena yo tengo mi jet privado.
-Como no habermelo imaginado-digo rodando los ojos.
Subimos y me quedo fascinada, todo es de color crema excepto algun detalle en marron, mi amiga Luci mira alucinada el interior del avion.
-Joder Daniel..., tienes que ganar bastante bien para permitirte esto...
Miro de reojo a Daniel para ver que contesta.
-Em..., si no gano mal...
Me mira de reojo y yo ruedo los ojos, hay amiga si tu supieras... Nos acomodamos en los asientos y a los minutos despegamos.
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Noto que alguien me zarandea un poco, gruño y me doy la vuelta, pero sigue insistiendo, abro mis ojos acostumbrandome a la luz del avion.
-Nena mira que te gusta dormir, ya hemos llegado, vamos Peter y Lucia ya han bajado.
Bajo las escaleras y ahi se encuentra su deportivo y un jeep blanco.
-Yo te llevare en mi coche, Peter se ha ofrecido a llevar a tu amiga a casa, vamos.
Me despido de mi amiga diciendo que la llamare cuando me levante y subo en el coche que tanto huele a Daniel, su olor es como cocaína para mi, ¿que ironia no?
