Debes mirar más allá de lo que ves

Parte 1: El encuentro

Cuando algo se te hace difícil o lo ves imposible, lo más fácil es abandonarlo ¿No? Así pensaba yo hace ya un tiempo, ahora sé, que ningún sueño se debe de abandonar.

Me levante con un poco de pereza, la mañana se ve calmada, el viento sopla suave y frío agitando mis cabellos marrones, el sol brilla levemente a través de las nubes y las aves parecen dormidas aún porque sus canciones parecen tardar en llegar, mis padres están en trabajo, mi hermana menor debe de estar en la guardería, como todos los días, parece que va a ser aburrido.

Llego el momento de presentarme, mi nombre es Oliver Johns, tengo quince años de edad actualmente, una edad de la cual quiero ya salir, la adolescencia me parece tan complicada y problemática, soy un chico de piel clara, pero un poco morena a la vez, mi cabello es marrón un tanto grisáceo y mis ojos son color vino, además de que siempre llevo puesto un gorro de color negro. Vivo en un pueblo poco conocido llamado Meltown, nos mudamos aquí no hace mucho, es pequeño, tranquilo, pero sobretodo aburrido.

Siempre es lo mismo todos los días, me despierto, salgo a caminar, llego a casa, normalmente intento entretenerme haciendo cosas nuevas como hacer manualidades, o sino veo la televisión aunque no pasa nada interesante ahí, después preparo mi almuerzo y la cena de mi familia, cuando todos llegan y cenamos simplemente subo a mi cuarto y me pongo a escuchar música, siempre cargo mis audífonos puestos, son raras las veces las cuales me los quito, apenas y para ducharme. Ya me desvié mucho del tema, como decía no pasa nada interesante en este lugar, no pasa nada interesante en el día no debí esperar otra cosa, son vacaciones, aunque en la escuela no cambia mucho, soy solitario no tengo amigos, todos me decían el "emo" del salón, ya que simplemente no me gustaba convivir con personas que no me agradaban.

Estoy preparando mi música y mis audífonos, voy a salir a mi caminata diaria, cerca de mi casa hay un río y un bosque, a veces paso por ahí para ver si algo cambia, pero no ocurre nada, de vez en cuando me encuentro algunas ardillas, ciervos e incluso búhos, quizás pase hoy por allá.

Me pongo mi chaqueta, y bajo las escaleras el clima aquí es un poco frío, el otoño se acerca, en Meltown mayormente hay otoño e invierno, la primavera dura menos que en los demás lugares y el verano, pues, es muy corto, quizás solo dure cuatro días, por lo que he escuchado decir a mi padre. Abrí la puerta y me puse a caminar rumbo al centro del pueblo, bueno, el pueblo no es tan pequeño como dije, pero yo lo considero pequeño, ya que yo vivía antes en una gran ciudad, me confundo en los tamaños.

Mire a un lado mío, estaba ya pasando por la biblioteca, tiene muchos libros interesantes, me la paso allí cuando no tengo nada que hacer, lo que es casi siempre, seguí caminando hacia mi destino, baje la vista y me concentre en la música que estaba sonando, no, no es ni metal, ni punk o algo por el estilo, no me gustan esos géneros, prefiero el rock, el pop, el instrumental y canciones con música alegre, raro, lo se, estaba escuchando una canción bastante animada, tarareando de vez en cuando la letra, hasta que de pronto sentí el movimiento de alguien y alce la vista para ver una chica encapuchada corriendo en mi dirección, con la prisa que ella llevaba me empujo y caí en la acera, la chica ya había cruzado la esquina cuando tres hombres de mediana edad, uno gordo y dos hombres bastante altos, los tres vistiendo trajes negros, pasaron corriendo al lado mío, al parecer perseguían a esa chica encapuchada, me levante y me quede observando a los hombres hasta que también cruzaron la esquina, me puse a pensar, situación no era nada buena, esa chica no parecía mayor a once años y la estaban persiguiendo unos tipos de aspecto dudoso, creo que lo mejor seria averiguar por mi mismo, que sucedía. Salí corriendo en la misma dirección que los hombres, hasta que en una de las calles vi un callejón, de el provino un grito de furia, de uno de los hombres, me acerque lentamente a la entrada y me asome para ver, lo que pude observar fue a la chica acorralada en una esquina, entonces pegue el oído para escuchar.