-He pensado que podemos comenzar una relación seria. Ser novios.
¿Por qué leches pensaba? No debería de pensar tanto.
peter notó la tensión sobre el cuerpo de lali, sabía que no le iba a hacer mucha gracia, pero necesitaba decírselo, era un planteamiento.
-No se que decir... yo... tengo que pensarlo.
-No te preocupes, cariño. Tómate tu tiempo.
Después de aquella declaración buscó su boca y la besó, mientras la acariciaba y desnudaba, hasta acabar en la cama.
Y ahora era otro día, tenía tiempo para pensar, y nada le sentaba bien. Tendría que hablar con euge. Había que aclarar las cosas. Tendría que hablar con los dos. Se iría lejos.
No, antes lo solucionaría todo.
Había quedado con euge aquella tarde, y haría que peter la acompañara, haría que se solucionasen las cosas, y luego... se vería que pasase.
Descolgó de nuevo el teléfono y marcó.
-Hola, cariño –contestó la sensual voz de peter.
-Hola... -fue un tenue susurro que lo asustó. Aquello no le gustaba nada.
-peter... eh...
-¿Qué pasa lali?
¿Por qué tenía ganas de llorar? Aquello era inaudito. Respiró y habló.
-¿Puedes pasar a recogerme a las seis, me gustaría que fuéramos a un lugar?
Silencio.
-Está bien. A las seis abajo.
-Gracias. Adiós.
-Adiós.El resto del día fue tenso para los dos. lali recogió y limpio su casa, luchando contra todo aquel sentimiento que la inundaba, quería perderse, que el mundo la tragara, quería llorar y deprimirse sola. Y no entendía el por qué.
Amor.
Maldito fuera.
A las cinco se metió en el baño y comenzó a arreglarse tomándose primero una ducha y luego todo el tiempo del mundo.
peter condujo despacio al salir de la oficina... un nudo se alojaba en su estómago. Algo le pasaba a lali, y por lo que presentía no era nada bueno.
Quizás se hubiera pasado haciéndole la proposición la noche anterior. No, no se había pasado. Él jamás le había pedido eso a nadie, y se lo había pensado mucho. Ella era especial, y la quería como algo más que una amante.
Era extraño, parecía el mundo al revés, normalmente las cosas eran al contrarío, él huía, mientras ellas querían un novio.
Curioso.
Llegó y aparcó a las seis menos cinco. lali ya estaba allí, en silencio se acercó al coche y se montó.
Ni un beso. Ni una mirada. Nada.
Malo.
-¿Dónde vamos? –preguntó él.
-A... -ella le indicó el lugar donde había quedado con su amiga, el corazón le latía con demasiada fuerza. ¿Por qué tanto miedo? ¿por qué tener temor?
En poco tiempo llegaron, eran las seis y poco, y había quedado con euge a las seis y media. Bajaron del coche sin ceremonias, y ella caminó por delante.
Él la sujetó por el brazo y la giró.
-¿Qué pasa, lali?
-Nada –susurró ella.
-No me puedes engañar, he aprendido a conocerte.
Sus ojos vacilaron, y le escocieron, bajó la mirada.
-peter, yo...
-Ya se. Espera, me lo veo venir. Me traes a un lugar bonito. Me vas a decir que no confías en mi, que no quieres nada serio conmigo. Que se acabó. Bla... bla... bla...
-No, peter yo...
-¡laliii! –la voz de euge los interrumpió, ella se giró, miró a eugenia, su mejor amiga, y luego miró a peter... su amor.
-¡eugenia, prima! –lali abrió los ojos. Miró a su amiga, quien tragaba saliva- que de tiempo enana –dijo con una enorme sonrisa y corrió a abrazarla.
-Hola peter –contestó una voz apagada, correspondiente a su amiga.
¿Primos? ¿Cómo? Algo fallaba.
-¿Cómo que primos? –preguntó lali en un gemido.
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Jugando con fuego#laliter
Fanfic-Cuando Juan Pedro Lanzani abrió la puerta no pudo evitar fijarse en los increíbles ojos, la sensual boca, y el maravilloso cuerpo de su visitante. Tampoco pudo evitar ver... ¡que estaba loca! -Su nueva vecina, una excitante castaña, lo acusaba de d...