Nadie nace siendo un heroe. Final

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El frío de esta habitación daba la sensación de estar en pleno invierno a fuera de tu casa, mi cuerpo se sentía inmóvil, algo sostenía mis brazos y piernas, mis oídos solo zumban, mi vista por fin se aclaro.

Volteo hacia mis brazos y logro ver que unas cuerdas los mantienen sujetos hacia una mesa de metal, por eso la sensación fría en mi cuerpo.

Con todas mis fuerzas rompo la cuerda de mi brazo derecho, tomo la de el lado izquierdo y la rompo de igual manera, mi muñeca esta demasiado roja, me preguntare cuanto tiempo llevo metido aquí adentro, acabo con las otras cuerdas y me siento en el borde de la mesa.

No tengo más ropa que mis pantalones.
-¿Donde estaré?
Bajo de la mesa y comienzo a caminar por esa habitación, es parecida a la sala de operaciones de un hospital, en una esquina encuentro una bolsa con mi playera, y aunque estaba muy rota me la coloco y sigo buscando por toda la habitación.

Al no encontrar nada mas de unas herramientas para operaciones decidí salir de ese lugar, tome uno de los bisturí, cuándo ya estaba cerca de la puerta un sonido me distrajo, unos pasos desde el otro lado de esta, me escondo detrás de una mesa que estaba cerca de la puerta.

-Bien chico, la anestesia ya debió pasar y estarás despierto, donde te escondes.

-Deberías tener mas cuidado con las personas que capturas.

Me encontraba en su espalda, coloque el bisturí en su cuello para que no se moviera, tome su brazo y lo coloque de espaldas acostado en la mesa, tome las cuerdas y amarre tres de sus cuatro extremidades.

-¡¿Qué estas haciendo niño?!

-Simple, me dirás todo lo que quiero saber, porque si no...

-¡¿Porque si no que?!

-Esto pasa.

Apreté el bisturí con todas mis fuerzas y se lo clave en la mano libre. Comenzó a gritar pero le coloque un poco de mi destrozada playera en forma de mordaza.

-¿Donde estoy?

-¡Lo vas a lamentar imbécil!

-Tsk.

Tome otro bisturí y lo pase lentamente por su pierna, lo mire directo a los ojos para hacerle saber que yo siempre voy en serio. Alze la herramienta de operaciones y de un simple movimiento lo clave en su pie derecho.
Sus gritos no hicieron mas que enojarme.

-Lo repetiré solo una ves mas. ¿Donde estoy?

-¡En el campamento sur del ejercito del general Creispad!

-¿Su ejercito sigue en pie? El general Creispad esta muerto.

-¡No lo esta! ¡Te engaño!

-Dimé mas.

-....No puedo.

-Ya veras que si.

Me subí en la mesa para acostarme en su abdomen, acerque los instrumentos hacia la mesa para tenerlos mas fácil de alcanzar. Tome otro bisturí y lo clave en su abdomen. Tome unas tijeras y abrí aun mas la herida para después darle varias vueltas agrandándola aun mas. Con mi brazo metálico comenze a golpearlo repetidas veces en el abdomen.

-En el ejercito nos enseñan algo llamado tortura, supongo que sabes que es, esto parara cuando me digas lo que quiero saber.

-¡El general Creispad fue ascendido a coronel! ¡Esta en el norte a un día de aquí! ¡Hace poco ataco un campamento donde supuestamente estaba su hijo!

-Yo lo confirmo. Soy el hijo de ese desgraciado, y si de verdad esta vivo. Devo asesinarle.

-Mira niño... En este campamento lo odiamos, podemos ayudarte si.

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⏰ Última actualización: Feb 25, 2016 ⏰

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