La verdadera razón por la que Alicia persiguió el conejo.

¿Qué haría Alicia ?

¿Quien tiene tiempo de nada? Pase mis pálidas manos sobre las blancas flores que decoraban el campo. Vi un conejo, un conejo blanco y con chaleco, acompañado de unos guantes y un abanico se paseaba tranquilamente por el campo. Miraba el reloj sin parar, hasta que aceleró el paso. Se pasó su pequeña mano por su grasiento pelo blanco y me miró haciendo que me ahogara en un silencio desesperante, y que me quedará paralizada por sus negras y profundas pupilas.

Fue entonces cuando me pregunté: ¿Qué haría Alicia? 

Había oído ese cuento tantas veces, una pequeña niña indefensa a la que le gustaba ser diferente, se iba al país de las maravillas y perseguía su conejo blanco. Nunca me cayó bien esa Alicia, perseguía su conejo blanco sin fin solo para acabar en un sueño, era una niña pequeña e indefensa no se merecía ser una Alicia. Corrí sin saber donde iba dirigiéndome inconscientemente a encontrar mi conejo blanco.