EL PRINCIPIO

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Me desperté, solo eso.

Llegué a la cocina y encontré la taza de leche, con un poco de Cola Cao, lo de siempre.

Esperaba encontrarme a mi madre en el garaje, pero no estaba, algo había cambiado.

Como todos los días llego el bus, y me llevó al colegio, todo bien. Todos mis compañeros estaban, menos Tim, me extrañaba.

El bus me devolvió a casa, vale. Mi madre seguía sin estar.

A la tarde estaba en cama con el ordenador, como siempre hago. Pero mi padre entró, cosa que no hace nunca, me dijo que se iba, pero no a donde, ajá.

Dos horas después, baje al garaje y estaba el choche de papá, ¿no se había ido?

Empecé a pensar que este día no era como los demás. ¿Donde está mi madre? ¿Donde está mi padre? Si, no era como los demás.

No estaba preocupada, vendrían por la noche.

Pero no lo hicieron.

Llamé a mi madre y a mi padre, me dijeron que estaban viendo Un día de lluvias en el cine.

Mentira, no estaba en la carta.

Busque pistas. Solo encontré un papel que ponía:

No lo encontrará, Sara.

Vamos allí?

Estoy seguro de que no lo encontrará.

¿No lo encontrará? ¿que? ¿quién?

¿Sara? ¿Se referirá a mi madre?

¿"Estoy seguro"? ¿Lo escribió un hombre?

Estaba confusa.

Llegué a la conclusión de que mi padre se lo escribió a mi madre.

Y la que no encontrará nada, soy yo.

Pensé.

Últimamente, mis padres hablaban mucho sobre el desván.

No se porqué, no había nada especial allí abajo.

Aún así bajé, mientras bajaba las escaleras solo pensaba en si habría algo, y si lo había, el que.

Llegué a la puerta y agarré el pomo.

Abrí la puerta.

Sin respuestasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora