Capítulo 01.

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12 días antes...

El sol brillaba, los pájaros cantaban y Frank Iero ya había mandado a la mierda a 5 compañeros en el campamento, (destacando que llevaba media hora de haber llegado) y la verdad es que no era precisamente un récord.

Gerard Way, por su lado, ya estaba en el rincón mas abandonado y oscuro que encontró entre las frías cabañas de madera que se encontraban en el aún más frío bosque. El atardecer temprano sobre las afueras de Belleville estaba empezando y era una de las cosas favoritas de Gerard, por lo que al llegar y ver tantos adolescentes juntos, chillando, juzgando y riendo, el primer instinto del joven fue buscar un lugar tranquilo donde esconderse de todos estos escalofriantes adolescentes, si, hacer amigos no era precisamente su fuerte. Sacó un cigarrillo y lo encendió.

El olor atrajo a Frank como a la polilla la luz, quién rápidamente estuvo a su lado y bueno...como era de esperar, se hicieron amigos. Unos amigos sinceros, de esos que podían sentarse a  fumar en la oscuridad y hablar de todo; de la creación del universo, ovnis, sueños y deseos, incluidos también fetiches y fantasías sexuales...donde ninguno profundizó mucho y mintieron un montón. 

Pero estaba bien, por que Frank había traído cervezas y después de 7 botellas, ambos admitieron su propia homosexualidad y terminaron besándose, al final de la noche.

A pesar que se habían perdido la fiesta de bienvenida, no les importó mucho por que ambos tuvieron su propia, pequeña y ciertamente, perfecta fiesta, y eso era lo importante.

Lo más triste del resultado de esa noche fue el hecho de la vergüenza a la luz del día, razón por la que no se hablaron más que para conversaciones huecas y frías durante días, pero el destino era obstinado y sus voluntades se doblegaron, por lo que no mucho después estuvieron juntos de nuevo, viendo el atardecer y hablando de cosas privadas.

No fue difícil para Gerard contarle sobre sus antiguas adicciones, ni para Frank contarle lo que sucedió para llegar allí, al campamento, a su lado. Y aunque lágrimas corrieron, horas pasaron y cervezas se acabaron, no volvieron a besarse, no esta vez. Ambos querían conservar el primer amigo real que habían encontrado y ciertamente no querían arruinar de nuevo una amistad que ambos querían mantener, no otra vez.

Así que... así sucedió. Se hicieron amigos inseparables por el verano. Y, con una pequeña mezcla de destino, manipulación y voluntad, a la primera llamada a las pruebas por el papel principal de la obra que el campamento había planeado, sucedió algo distinto. Algo que por mucho que trataron tan fuerte de ignorar, sucedió. Por que el destino era ciertamente fan de las relaciones poco convencionales, como la de ellos.


Summer »frerard Donde viven las historias. Descúbrelo ahora