¿Qué es ser un joven católico?

757 26 7
                                    

¿Qué es ser un joven católico?
Cuando uno piensa en la palabra "joven", u otro sinónimo derivado de ésta, lo primero que se viene a la mente es: diversión, alegría, libertad, independencia, experimentar nuevas cosas, etc.
Y si a la palabra "joven", le agregamos la palabra "católico", es decir, joven católico, ¿Qué es lo primero que piensas?...
Hoy en día ser un "joven católico" parece ser una misión imposible, de esas historias que ves en las pantallas de los cines o programas de televisión, que al final, cuando concluyen, terminas diciendo: "Eso sólo pasa en las películas, no en la vida real".
Doy gracias a Dios por haberme llamado tan joven, bueno, digo tan joven porque ahora que tengo 25 años, pienso: ¡valla! el tiempo sí que pasa rápido, ya son ocho años y literal siento que fue ayer. A lo largo de estos años he vivido un sinfín de experiencias junto con otros jóvenes que me han ayudado a fortalecer y a madurar mi fe y junto con ellos también he llorado, reído y me han acompañado en este camino que en ocasiones parece ser imposible, pero Dios siempre se encarga de recordarme que con él todo es posible.
Hace apenas algunas semanas 147 jóvenes fueron brutalmente asesinados en la Universidad de Garissa, Kenia, sólo por ser cristianos, no me imagino el dolor de los familiares, ni el miedo que tuvieron que enfrentar todos estos jóvenes a la hora del ataque.
También pienso en todos aquellos jovenes que, en estos momentos son atacados, perseguidos y torturados en muchos países extremistas, jóvenes valientes que no saben el día que "les va tocar" a ellos.
Muchas veces en la universidad me preguntaron: ¿Cómo es posible ser católico? ¿Cómo le hago?. Con las grandes ideas científicas que minimizan y hasta ridiculizan la fe, muchos de mis amigos y familiares me han cuestionado: ¿De verdad eres feliz, viendo así, sin lo que te ofrece el mundo de hoy?
Y ante estas cuestiones miro hacia atrás, recuerdo el momento en que Dios me llamó, cada acontecimiento, cada viaje, cada misión, cada persona que he conocido y sólo sé que mi caminar con Jesús ha sido la aventura más grande, más emocionante, más excitante de mi vida. Y no puedo pensar en otra cosa que pudiera hacerme más feliz.
Es simplemente el sentido que le das al entregarte plenamente a otros, cuando comprendes que la felicidad no está sólo en la búsqueda de los propios intereses, si no en la entrega generosa a los demás. Cuando se lucha con amor y se sufre por amor, se goza con amor esa lucha y ese sufrimiento.
Tiene razón el Padre Juan Pedro Oriol cuando menciona en su libro: "No es fácil encontrarse con jóvenes que saben lo que hacen y se siente felices de hacerlo"
Muchos esperan que no nos equivoquemos, que nunca fallemos, se sorprenden si nos ven en alguna crisis, o que en alguna ocasión dudemos, pero en realidad no es asi , el ser joven católico no sólo de palabra, si no de acción, te lleva a un sinfín de desafíos diarios, en ningún momento dejamos de ser humanos, lo digo en serio ¡nunca dejamos de ser humanos! seguimos experimentando el miedo, las tentaciones, nos equivocamos, comentemos errores, lloramos, nos confrontamos, pero en ningún momento perdemos la fe ni la esperanza, pues son las que siempre nos impulsan.
Ser Joven católico hoy en día, de verdad que no es fácil.
Es pasar por dificultades pero no caer ante ellas si no aprender de lo vivido. Es soportar con amor el rechazo de los que no comulgan tus mismos ideales. Es renunciar a lo que te lleva a una felicidad pasajera para encontrarte con una felicidad eterna. Es comprometerte a vivir una vida de verdadero testimonio porque sabes que es la mejor manera de reflejar lo que se ama. Es no tirar la toalla en los momentos de turbulencia y obscuridad. Es aferrarte a aquel amor que muchas veces es incomprensible pero que le da todo sentido a tu vida. Es aprender a perdonar de corazón a los que te lastiman porque comprendes que la única manera de amar es cuando uno está dispuesto a pedir perdón y a perdonar. Es ir contracorriente sin juzgar, sin señalar, o sentirse superior a los demás simplemente demostrándoles que su vida vale la pena y que el mundo de hoy los necesita. Es llevar la alegría en medio de tanta tristeza que hoy se vive. Es no querer quedarse con los brazos cruzados, indiferentes a las situaciones, es luchar y seguir luchando hasta el final. Es estar convencido de lo crees, de lo que esperas, de lo que amas, es querer ser diferente.
No, no es fácil hoy en día ser un joven católico, es un gran reto, un reto que te lleva a vivir tu fe intensamente, en plenitud y a trasmitirla a los que amamos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 04, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un joven católicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora