Louis P.O.V.
Abrí los ojos, estiré ambos brazos mientras un gran bostezo salía de mi boca. Giré sobre la almohada y alcancé a ver la hora del despertador.
Las 8:29
Junto a este, encontré una nota, una nota de mi novio.
“Mi vida, fui temprano al súper, necesitamos comida y no tenemos ni para el desayuno, no vuelvo tarde, perdón por no haberte podido comer a besos temprano
Te amo
-Harry”
No pude evitar sonreír, digo, es difícil evitarlo cuando tienes a la persona más perfecta de todas a tu lado.
Me paré por completo de la cama que compartíamos Harry y yo, antes de dirigirme al baño, pase junto al espejo de cuerpo completo que tenemos en la habitación, y me detuve, frente a él, viéndome.
Para empezar esto, debo… debo decirles algo.
Yo me odio, eso resumiría todo, odio todo de mi, mi forma de ser, como luzco, como me veo, ¡LO ODIO! Me siento… gordo, que digo, estoy gordo, jamás tendré los lindos abdominales que tiene Liam, ni los músculos de Zayn, ni las piernas perfectas de Harry, son un enano, ni nial es más bajo que yo, me odio, odio todo de mí.
Harry siempre me dice que no es así, que yo soy perfecto, que me ama como es, pero no le creo, no soy perfecto, soy un asco, esas son todas mentiras.
Después de barrer mi horrible cuerpo con la mirada, quede mirando mi rostro, quizás no lo odie mucho, pero este ahora mostraba miedo, odio… fragilidad.
Cerré mis ojos con fuerza, dejando que pequeñas lágrimas escaparan.
Entré al baño y cerré la puerta con llave, tome rápidamente la máquina de afeitar, no pensé ni un momento en mis actos.
Lancé la maquina contra la pared, con rabia. Esta se rompió, dejando varias piecitas de la misma en el suelo, entre ella, un par de cuchillas pequeñas.
Tome una del suelo, la contemplé por un rato, la lleve a mi brazo e hice presión contra mi muñeca, contemplando como una raya roja se formaba y poco a poco la sangre salía de ella.
Mas lágrimas salían de mis ojos, me sentía una mierda, ¿Por qué no puedo tener un cuerpo como me gustaría? ¿Por qué…?
Reaccioné, bote todos restos de la maquinita destruida, y entre a la ducha.
Dejé que el agua se llevara la sangre, hasta que esta dejó de salir, termine de asearme, y salí.
Me vestí con unos jeans anchos y una polera de mangas largas, lo que meno quería era que Harry se preocupara.
A los pocos minutos sentí la cerradura de la puerta principal hacer ruido, seguido de una voz.
-Amor, estoy en casa- Canturreó Harry, cerrando la puerta detrás de el.
-Hola lindo- Dije con una sonrisa en mi cara, hacia todo lo posible porque pareciera real.
-¿Qué tal tu mañana? Perdón por dejarte temprano, te veías tan dulce dormidito- Dijo tomándome por la cintura y poniendo un tierno besito en mis labios seguido de uno en mi cuello.
Cuanto lo amaba.
-Pues bien, nada fuera de lo normal- Mentí
Juntó su frente con la mía.
-¿Quieres desayunar mi rey?-
-Em, no, no gracias, estoy bien- Dije con otra sonrisa falsa.
Me había propuesto, no comería, no lo haré, o quizás haga todo lo posible por evitarlo mientras pueda, no soporto verme así.
-Oh vamos, ¿esa pancita no tiene hambre?-
-Nop…-
-Yo se que si…- No me dio tiempo a responder y me alzó en sus brazos.
-Harry… ¡bájame!- Dije riendo
Me llevo hasta la pequeña mesa que tenemos junto a la cocina, y me sentó.
-No te muevas- Me dio un beso en la mejilla y fue por comida.
-Harry, enserio, no quiero-
Sin darme cuenta, un plato con dos trozos de pan con mermelada estaban frente mío.
-Súbete las mangas, no querrás que se ensucie la polera, es muy linda- Dijo. Quedé helado, no podía ver el corte, no podía.
Pensé ignorarlo, tome una tostada y le di un pequeño mordisco. Harry se volteó con una taza de té y lo puso junto a mi plato, regalándome una cálida sonrisa, luego enarcó la ceja, mirando mis manos.
-¿Qué te dije señor Tomlinson?- Se dirigió a mi –Las mangas arriba- Tomo uno de mis brazos e intento subirlas.
-NO.- Dije, tratando de no parecer asustado, no soy buen actor, que digamos.
Harry obviamente me miró confundido e intento repetir la acción, pero yo partí en lágrimas.
-¿Louis? ¡¿Amor que sucede?!- Dijo asustado.
-Estoy harto de esto, Harry-Dije con la voz entrecortada –ESTOY COMPLETAMENTE HARTO DE ESTO!! –dije llorando aún más.
-¿A qué te refieres?-
-ME ODIO-
Harry P.O.V.
No podía creerlo, el chico, mi pequeño, al que yo tanto quería, me estaba diciendo que se odia.
-Pe… pero ¿Qué dices amor?- Dije calmándome un poco.
-Yo... yo solo quiero ser como tú, como los demás- dijo soltando mas lágrimas. Lentamente levanto su manga derecha, dejando al descubierto un corte…
Quede atónito, pues no solo estaba este, se podían ver claramente varias marcas paralelas a lo largo de su brazo.
Lleve una mano a mi boca, mientras lagrimas salían de mis ojos, ¿Qué hice mal?...
-Dios mío…- Levante mis ojos, encontrándome con sus orbes azules algo rojas y temblorosas, esperando una respuesta.
-Harry, yo… no quería tener que preocuparte, pero, me siento horrible, no me gusta mi cuerpo, he subido mucho de peso y se me hace muy difícil bajarlo, me gustaría verme como, tu, como los chicos, con sus abdominales perfectos y piernas delgadas…-
-Louis- Dije, tomándolo por la barbilla –Primero prométeme que no volverás a hacer esto de nuevo- Se quedo mirándome, luego bajó su vista hasta su corte, después de casi un minuto, asintió tímidamente.
-Gracias- Dije sonriéndole –Ahora- continué –Déjame decirte, que para mi estas muy equivocado, Louis, yo te amo y hasta ahora no tengo una palabra ni dos como para describir todo el amor que siento por ti… -Su vista seguía penetrante en la mía- No necesito que seas flaco ni que tengas un cuerpo perfecto, ni siquiera pienso que seas gordo, yo te veo perfecto, tu pancita y tus muslos son hermosos, y no quiero te acomplejes por eso, yo te amo, como eres, y para mi ya eres perfecto.-
-Pero… pero yo no me quiero así…- Dijo con un hilo de voz
-Pero tienes que creerme Louis, ninguno de los chicos se te va a quedar mirando ni…-
-PERO HARRY- me interrumpió –NO PUEDO VER TU CUERPO PERFECTO SABIENDO QUE EL MIO ES HORRIBLE Y NUNCA LOGRARÉ VERME BIEN- gritaba – NO.. NO DIGO QUE TENGAS LA CULPA, PERO NO PUEDO MAS CON ESTO.
Lo abracé, lo abrace como nunca lo había hecho, su llanto había calmado, el también apretaba mi cintura fuertemente.
Mientras mi cabeza descansaba en su hombro, me quede pensando.
Si Louis no se aceptaría como es, pues yo encontraré la forma de hacer que no se pueda comparar con NADIE.
[…]
Pasaron días, había conversado con Louis del tema, me prometió que no se volvería a cortar, yo de todas maneras andaba muy preocupado, lo cuidaba.
-Genial…- Dije con una sonrisa en el rostro, mirándome al espejo, mientras Louis no estaba en casa.
Había hecho un gran esfuerzo, no había comido ensaladas ni hice mi rutina de ejercicios hace ya varias mañanas, no salía a caminar, y comía mucha chatarra, quizás no me haga bien, pero, yo sé lo que hago. Mis abdominales habían desaparecido, y una pequeña pancita tomaba lugar arriba de mis bóxers.
Bajé mi remera y abroché mis pantalones.
Tenía que buscar el momento adecuado.
Creo que la suerte estaba de mi lado, ya que Louis llego, algo… deprimido, como ayer y hace unos días lo hizo, este tema le ha afectado, y mucho.
Pero estoy en eso.
-Hola corazón- Lo salude, con una sonrisa.
-Hola- Dijo algo desanimado, pero haciendo el mayor esfuerzo de sonreír.
-¿Otra vez con esa cara?- Reí un poco.
-Aja…- Se tiró en el sofá.
Tome aire y empecé.
-¿Sabes Louis?, realmente pienso que no te deberías sentir así, digo, tu estas perfecto como eres.
-¿Vas a empezar de nuevo Harry?- Dijo Louis, algo molesto. Yo reí.
-Es que… me parece estúpido…-
-No pienses que es estúpido, es como me siento- Dijo cruzándose de brazos, se había molestado.
-Eres perfecto- Recalqué.
-No lo soy- me dijo algo fuerte y serio.
Yo reí.
-HARRY, DEJA DE REIRTE, ODIO QUE TOMES ESTO TAN GRACIOSO.- unas lagrimas se asomaban por el borde de sus ojos azules.
-Mi amor…-
-MI AMOR NADA, YO SOLO QUIERO TU APOYO Y TU TE RIES- decía mientras caminos de agua se dibujaban en sus mejillas- TODOS LOS DIAS TENGO QUE VERTE CON TUS ABDOMINALES PERFECTOS Y SABER QUE YO JAMAS LOS PODRÉ TENER- gritaba.
-¿Abdominales?- pregunté, inocente.
-SI, tus perfectos abdominales- dijo algo más calmado.
-Yo no conozco a ningún abdominal de los que hablas Louis…- Dije, seguido a eso levante mi remera dejando ver mi ahora crecida pancita. -¿Ves? No hay nada.- Sonreí.
-Pe… pero, tu tenias tu abdomen plano y…- Se entrecortaba -¿Qué hiciste Harry?
-Pues, si no ibas a creer que para mi eras hermoso, pues decidí encontrar una forma en la que no te pudieras comparar con nadie.
El llevo su mano a la boca, no podía creerlo, el silencio reino la sala.
-Harry- habló -Esto… es- Pude sentir que su voz se cortaba –Esto es lo más lindo que alguien haya hecho por mí- Y rompió en llanto, eran lágrimas, lágrimas de felicidad.
-Owww, mi amor…- Lo abracé, el lloraba en mi hombro, no podía creerlo aún, reí de ternura.
-No sabes cuánto te amo- Dijo, quitándose algunas lágrimas de los ojos.
-Mi vida- Lo separé mi pecho. –Tú sabes que yo haría lo que fuera por ti- Finalicé.
-Gracias- Pegó su frente con la mía.
Los siguiente que sentí fueron sus labios sobre los míos.
