Capítulo 3

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Una azabache corría a toda velocidad por la cubierta del Sunny Go en dirección al dormitorio de su capitán. Nunca se imagino que el espadachín llegara tan lejos como para golpear a Luffy y es que el siempre ha estado para todos y cada uno de ellos, mientras que ellos no han podido estar con el en sus momentos más difíciles. Pero ya no, aunque solo sea para demostrarle que no esta solo y no le hable, le daba igual a la desesperada mujer.

Miles de sentimientos encontrados rondaban su mente. Desesperación, por llegar a la habitación de Luffy y apoyarlo. Sorpresa, no se imaginaba esta terrible situación ni en sus más alocada imaginación. Tristeza, no quería ni imaginar en el estado que se encontraba el menor. Rabia, aunque fuese "antinatural" para el, no tenía el derecho de la forma que se comporto con el azabache, quería ir y estrangular al piliverde pero eso sera en otra ocasión.

Con más velocidad que antes, por fin llego a la puerta de la habitación de Luffy. Decidida y nerviosa, tocó en la puerta, no hubo respuesta, tocó otra vez y el mismo resultado. A punto de rendirse, la puerta se abrió dejando a ver a un azabache, con rostro triste y ojos rojos e hinchados, algunas partes de su cuerpo vendadas por los golpes recibidos no más de una hora. Su semblante ni cuadradaba con la típica imagen del menor y eso causo en Robin que su enfado aumentará más con cierta persona que sus días estaban contados, pero debía mantener la calma.

Luffy: ¿Robin?.- se sorprendió al ver a su nakama delante de el, no es que no se alegrara pero no estaba para recibir compañía de nadie ahora-. ¿Qué haces aquí?.- preguntó con la esperanza de que su nakama se fuera para poder estar más tranquilo-.
Robin: Buenos días Luffy-san.- saludo con una sonrisa-. Solo venía para saber como estas y de hablar de un tema importante .- dijo lo último un poco desesperada, no dudaba en que su capitán quería estar solo, pero eso solo le causaría aun más daño-.
Luffy: Buenos días.- devolvió el saludo con una sonrisa, claramente fingida-. Pues lo siento Robin, ahora mismo no me encuentro bien y preferiría estar solo si no te importa.- dijo lo más amable que pudo para que su nakama no lo descubriera que de verdad estaba peor que nunca-.
Robin: Lo siento Luffy-san pero es urgente y te inmiscuye.- respondió un poco más despertada que antes, si el ojinegro intenta que se vaya, lo lleva claro-.
Luffy:- pensando un poco, Robín nunca se había tomado la molestia de ir a buscarlo por cualquier asunto. Así que, resignado le ofreció pasar-. Esta bien .- dijo con algo de tristeza-.

Cuando Robin entro, observo que el cuarto estaba completamente ha oscuras, su cama desordenada y un aura a tristeza se notaba en cada rincón del cuarto. El corazón de la mujer se encogió dolorosamente, no se esperaba ese ambiente en una persona como Luffy.

Luffy: ¿Y cuál es ese asunto?.- preguntó algo inquieto-.
Robin: De ti Luffy-san.- respondió tranquilamente, lo mas difícil ya ha pasado, sólo falta que el menor lo entienda-.
Luffy: ¿De mi?.- preguntó algo sorprendido-. ¿Qué he hecho?.- dijo intentando recordar si había hecho algo malo en la cocina o alguna trastada suya-.
Robin: No tranquilo.- respondió inexpresiva, dejando claro que el ojinegro no había hecho nada-.
Luffy: ¿Entonces que tiene que ver ese "asunto" importante conmigo?.- preguntó ya desesperado por saber de que se trataba-.
Robin: Lo se todo.- dijo de forma tranquila, para no alterar más a Luffy-.
Luffy: ¿Qué es lo qué sabes?.- preguntó nervioso, a lo mejor se dio cuenta de su reserva de carne o que roba las mandarinas de Nami ha escondidas-.
Robin: De tu sentimientos hacia Espadachín-san.- lo dijo como si fuera lo más normal del mundo-.  

Los ojos y la boca se le abrieron de forma inmensa. ¿Cómo se había enterado Robin de eso si recientemente se lo había dicho a Zoro?, entonces el miedo se apodero de su cuerpo, ¿y si Zoro se lo había dicho a la tripulación?, ¿y si ahora ha perdido a todos cómo perdió a Zoro?. El asombro y el miedo no le dejaban articular ninguna palabra. Robin se había dado cuenta que lo dijo sin tacto, pero no iba ha irse.

Después de unos minutos de un silencio tenso, Robin iba ha hablar pero Luffy se le adelanto.

Luffy: Por favor.- dijo con voz quebrada y apunto de volver a llorar-.
Robin:- se quedo muy confundida con las palabras de su capitán, no las comprendió, prefirió quedarse en silencio y que Luffy continuara-.
Luffy:- con el gesto que hizo su amiga comprendió que no lo entendía, decidió proseguir, aunque tuviera miedo que sus pensamientos se hicieran realidad-. No me abandonen .- dijo ya llorando-.

Al comprenderlo, Robin se levanta y camina en dirección a el, Luffy, por instinto, se cubre con sus brazos para amortiguar el ataque que iba ha realizar su nakama. No es que fuera débil ni mucho menos, pero de todas la personas que le pueden llegar a odiar y mucho daño que le causen, tanto física como mental, no le podría hacerles daño a sus nakamas.

Para sorpresa del menor, Robin lo atrapo en sus brazos de forma protectora. Por inercia, le devolvió el abrazo haciendo que su llanto disminuyera un poco a lo que la mayor aprovechó para hablar.

Robin: No vamos ha abandonarte.- dijo en tono maternal y relajado para no desesperar al menor-. Sólo lo sabemos Nami y yo, nos dimos cuenta de tus sentimientos desde hace ya mucho tiempo y de "vez en cuando" te observamos cuando sales todas las noches de luna llena.- tal confesión hizo enrojecer como un tomate a Luffy, no se pensaba que sus amigas se habían dado cuenta-. Y si piensas que te odiamos o algo por el estilo, deja de pensarlo, te apoyamos en todo y nos tienes a nosotras para contarnos lo que necesites y si necesitas consejos, ayuda, apoyo... Lo que sea, nos tienes a nosotras, ya no estas solo Luffy.

Tras esas alentadoras palabras, Luffy se sintió mejor de como estaba hace un rato. No estaba solo y ya dos de su nakamas lo quieren como es y encima le apoyan. Aunque haya sido una mañana dura, ahora en su cuarto se hallaba dos azabaches abrazados, mientras el menor le contó todo sobre su historia de como se enamoro de Zoro, porque no se le confeso antes y como le había rechazado, la mayor le daba consejos y apoyo, escuchando atentamente las palabras del menor. Una figura extraña entra de repente por la ventana, asustando a ambos por la repentina aparición de la figura.

Figura extraña: ¡Con qué paso eso!

Nota: Holip! Aquí tienen el otro capitulo!! Espero que lo disfruten y no me intenten matar esta vez o quedarme atrapado en el baño XD *me costo salir ;u;* Buehh Voten y Comenten!!!! Bye~~

Heridas Del Corazón  [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora