El Comienzo

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Leona

Ahí estaba yo, llorando otra vez en la parte baja de las montañas, un lugar tranquilo el cual me permitía escapar por un tiempo de los problemas de mi casa, mi papá y mamá siempre estaban enojados conmigo porque a mi no me gustaba la idea de matar, lo cual es como un delito en mi aldea por así decirlo.

Todos los rakkoranos desde pequeños eran entrenados para pelear y matar hasta llegar a su adolecencia donde tendrían que hacer el "Rito de Korr", una ceremonia que trataba en un enfrentamiento a muerte entre dos Rakkoranos por el derecho a llevar un arma-reliquia las cuales se transmiten de generación en generación. Algunos creerán que es muy exagerado que sea a muerte, pero en una montaña donde la comida es escasa, es muy conveniente para todos que sea así.

Decidí que tenía que relajarme y parar de llorar así que fui a explorar que había por ahí, tenía que volver antes de las 8 a mi casa o mis padres se preocuparian y me castigarian, lo cual no es ninguna novedad, mire el sol para ver la hora y me indicaba que eran como las 4.

-Aún tengo tiempo -Dije para mi misma

Mis padres no me dejaban quedarme hasta más de las 9 afuera, ya que algunas noches venía una niebla oscura la cual llevaba con ella monstruos inimaginables y criaturas de otro mundo.

A lo lejos se vi una cueva y me entró una sensación de curiosidad la cual me obligó a dirigirme hacia ella.

Cuando llegue estaba muy oscura, pero se podía ver una figura moviéndose de un lado a otro, me escondí entre unas rocas esperando no ser descubierta y averiguar que hacía por aquí, la sombra encendió una antorcha y pude ver que se trataba de una chica, tenía el pelo claro, unos hermosos ojos de un color morado oscuro y con una cara de que se le perdió algo, se veía inofensiva así que salí de mi escondite y le hablé.

Dos horas atrás

Diana

-No puedes seguir así Diana, te hemos dicho mil veces que la luna no es una deidad que alabar -Dijo un anciano de los Solari.

-Pero no le veo nada que adorar al sol, sólo nos ciega ante la verdad, la luna es hermosa, siempre que la veo me trae felicidad, ¡deberíamos venerar a la luna! -Le grité al anciano.

-Mejor vete y reflexiona sobre lo que has dicho en algún lugar lejos de aquí -Exclamó

Y como siempre, nadie me hacía caso, me dispuse a bajar al principio de las montañas, en el largo camino pensé en como podría demostrarle a los ancianos que yo tenía razón, mientras bajaba escuché a alguien llorar pero no le di importancia y seguí mi camino. Al llegar vi que había una cueva y para alejarme de todo fui a esta.

Cuando llegue, me entraron unas ganas de ver que podría esconder, a lo mejor era una cueva común y corriente pero algo me decía que no era así, habían muchas rocas y estaba oscura. Al cabo de 10 minutos encontré una antorcha y la prendí, en ese momento una chica de cabello café anaranjado y ojos marrones salió de la nada y me asustó con un simple "Hola".

Esta es mi primera historia, así que sugerencias y comentarios sobre como mejorar siempre son bienvenidos.

Ilumina Mi Noche | Yuri | [Leona X Diana] | League Of Legends |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora