Era la primera vez en días que Jotaro y Kakyoin sentían que no podían dejar de mirarse. Por lo general, esto era por la fuerte atracción, amor y estima que los unía, pero ahora, más que los sentimientos, una gran sensación de incertidumbre era lo que había entre ellos.
"Yo lo recuerdo todo y lo comprendo".
Jotaro tembló un momento muy breve. La inquietud comenzó a apoderarse de él y no pudo evitar decir:
–Antes que nada, hay algo que me gustaría saber. –Kakyoin asintió con ligereza, invitándolo a continuar. –¿Con quién estoy hablando en este momento? ¿Quién eres?
–Sé que tienes dudas. –Suspiró el pelirrojo, acariciando su mano, ante su mirada atónita. –La verdad es que no... no quiero que suene aterrador... tengo mis recuerdos de este plano... y también los de otros planos. Me crees, ¿verdad?
–Por supuesto. –Respondió el moreno, aferrándose a su mano. –Sé que no estás jugando. ¿Cómo hacerlo cuando mi abuelo, Josuke, Jolyne... incluso su amigo, Haruno, todos corremos peligro?
–Quieres ayudarlos, lo comprendo. –Su pareja le sonrió con dulzura. –Es muy noble de tu parte, sigues siendo así. Eso es muy bueno.
–Siento que todo se repite y por más que lo intento, no se puede cambiar... –Decía Jotaro, con la angustia clavándosele en el pecho. –los veo caer... los veo morir... no puedo hacer nada al respecto...
–Pero... este plano es una oportunidad muy grande como para cambiar las cosas. –Dijo Kakyoin, mirándolo directamente a los ojos. –Así fue concebido y no como una mera copia de los demás.
–Entonces, no debo desperdiciar esta oportunidad. –El moreno le hablaba con suavidad, como si temiera que en cualquier momento su pareja perdiera la razón. –Entonces... explícame lo más que puedas.
Hubo un momento donde Kakyoin no respondió, sólo tomó aire y tras unos segundos, dijo:
–Cierra la puerta, por favor. –El moreno asintió y obedeció. Era casi como si Kakyoin no fuera él: su aura era segura y serena, calmada y fuerte, casi como si fuera un aspecto ceremonial; llenaba todo el espacio aparentemente vacío en el cuarto. Jotaro se sentó a su lado y volvió a mirarlo a los ojos. –Gracias. Comencemos pues. –Tomó aire y explicó: –Sabes qué ocurrió con Dio, ¿no es así? Debo reconocer que fue muy inteligente, siempre. En todos los planos en los que he vivido, ha demostrado ser una persona bastante capaz, con una mente brillante... sin embargo, en algunas ocasiones, seguía pensando como humano. Tenía un plan muy ambicioso desde la primera vez que di con él: reiniciar el universo, borrar de la existencia misma a tu familia, a todo aquel que tuviera sangre Joestar. Esto le ayudaría a alcanzar el Cielo, a obtener la vida eterna y ser algo así como un Dios.
–¿Por qué dices que piensa como humano? –Interrumpió Jotaro, intrigado.
–Porque... encontré un diario suyo. –Decía. –En ese diario venían plasmados todos los pasos para llegar al Cielo, todo lo que necesitaba.
Los ojos verdes de Jotaro se dilataron con muda sorpresa.
–Yo... también encontré ese diario. –Musitó. –Lo recuerdo... recordar esos pasos es peor que recordar cualquiera de las pesadillas...
–Lo es. –Confirmó Kakyoin, con el mismo gesto de impresión. –Y de todos esos reinicios...
–¿Hubo más de uno?
–42. –Dijo el pelirrojo, serio. –No sé como comenzar a explicarte todo esto...
El tic en el ojo de Jotaro se hizo más evidente y persistente; tomó a su amado de los hombros y le dijo: –Tranquilo. Tienes las respuestas, sólo tienes que---
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Sweet dreams (are made of this) -Jojo's bizarre adventure-
Fanfic¿Serán los sueños manifestaciones de deseos reprimidos o ecos de vidas anteriores? Cada noche, Kakyoin Noriaki tiene pesadillas tan reales como para hacerle creer que alguna vez vivió lo soñado; al despertar, el tedio y la rutina le hacen pensar qu...