Camila, Cami, Camz, creo que no importa como pronuncie tu nombre siempre termina con una exhalación que sale desde lo profundo de mi alma, me pregunto como estas, que haras, ha pasado tanto tiempo desde aquel día y no es que esté llevando una contabilidad detallada y sepa que son 385 días con sus noches, horas mas horas menos, pero quien esta contando.
Aquel día empezó bien, recuerdo verte parada frente a la ventana, la luz de la mañana se reflejaba en tu cabello, tu cabeza apoyada en el muro, tu pierna recogida, mirabas hacia el lago con un aire nostálgico, vestias la que desde ese dia es mi blusa favorita, abrí los ojos y al verte ahí contuve la respiración, quería detener el tiempo y atraparte en ese instante para siempre, podia ver como se dibujaba la silueta de tus senos bajo la blusa y me dije que eras una visión, que un angel no podría verse mas hermoso que tú.
Volteaste lentamente y tus ojos brillaron al verme, sonreiste y te acercaste y aquella blusa dejaba ver la silueta de tu perfecto cuerpo, te acercaste besaste mi frente y me dijiste ya esta listo el café, tomaste la toalla que estaba en la mesa de noche y antes de entrar a la ducha volteaste y las palabras fueron el el principio del fin, aún se acelera mi corazón, se agita mi respiración y siento nauseas, las mismas que sentí en ese preciso momento cuando me dijiste...
-Tenemos que hablar
Y desapareciste en la ducha, tiembla mi cuerpo igual que en ese instante y mis ojos se nublan.
Poqué sucedió todo así...