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Capítulo V Tensión

     — Bueno alumnos, se acerca la prueba final de literatura. — dice el profesor Sherwood, todos se quejan mientras el profesor habla, murmullos de lo aburrida que es su clase y lo difícil que suelen ser los exámenes finales. — Ya, ya, ya. Seré condescendiente con ustedes ya que este es su último año aquí, no tendrán prueba final. Harán tres ensayos en pareja acerca de tres escritores de los cuales hemos hablado en clase.

Todos gritaron emocionados mientras el profesor saca una pequeña urna de vidrio con papeles adentro.

— Pero, ustedes no elegirán las parejas. Lo harán por medio de esta urna. En cada una de las papeletas, están los nombres de las chicas, y los chicos tendrán que elegir una. —bufé cansada, mientras uno por uno iba sacando una de las papeletas y decía el nombre de la chica con la que le tocó.

— Odio esto. Siempre tengo mala suerte con las parejas y termino haciendo todo yo sola. — me susurró Alex desde su asiento detrás de mí.

— Yo preferiría hacerlo sola. — dije mientras veía como Aiden Ridder caminaba a paso relajado desde el fondo del salón hasta llegar a la urna. Todas las chicas se veían ansiosas por que les tocara trabajar con él. Todas menos yo. — ¿No te parece patético eso?

— ¿Qué cosa? — preguntó Alex riéndose.

— Eso, mira a todas las chicas. Parece como si tuvieran el virus del ébola y él tuviese la cura para sanarlas. — Me burlé.

— Eso es cruel chica. ¿A poco tú no quieres? — dijo Alex.

— No. No me interesa en lo absoluto —dije esperando con ansias a que sonara la campana para ir a almorzar. Tomó una papeleta y la abrió sonriendo al leer el nombre.

— No te creo —dijo Alex malinterpretando mi ansiedad.

— Peregrine Miracle —dijo Aiden mirándome victorioso.

Fruncí mi seño mientras el profesor nos asignaba a cada pareja los tres escritores, la campana sonaba y todos empezaban a salir. Tomé mi mochila y decidida caminé hacia el profesor.

— Profesor...

— ¿Si, Peregrine? ¿Tienes alguna duda acerca de cómo hacer la actividad? —preguntó el profesor guardando sus libros y tomando su maletín de cuero color marrón. Vi como Aiden se aproximaba a nosotros.

— No. En realidad, quisiera saber... ¿qué posibilidades hay de que pueda trabajar sola o con otra persona?

— Ninguna, ya todo está asignado. Así que... —nos miró a ambos—. Si tienen algún inconveniente, ahí tienen la oportunidad de arreglarlo— nos dedicó una sonrisa y nos dejó solos en el salón.

— ¿Cuándo...? —interrumpí a Aiden.

— Esto es lo que haremos, yo haré los ensayos y tú me dejarás en paz. Nos presentamos el día de la entrega y listo —dije de manera seca, no le dejé tiempo a que me respondiera y salí del salón vacío rumbo a la cafetería.

— Hey, pensé que no vendrías. ¿Te quedaste con Aiden? —preguntó burlona.

— No. Sí. No, bueno sí. Ay, cállate —dije incómoda.

...

— Bueno chicos, eso es todo por hoy —dijo Trider, nuestro entrenador en artes marciales.

— Hasta mañana, Trider —dijo Ashira. Respiré agitadamente mientras tomaba de mi botella de agua. Esta vez había sido más duro nuestro entrenamiento, más de lo normal, por supuesto.