El aire frío afuera del hotel indicaba que el invierno se estaba acercando, pero sus cuerpos irradiaban el calor del momento. Estaban conectados en cuerpo y en alma, en miradas y en movimientos, y sus jadeos cubrían el silencio que reflejaba la habitación a oscuras. Los suspiros que exhalaban se mezclaban entre aquellos gemidos saliendo de sus gargantas. La velocidad de sus caderas era cada vez mayor, guiados por la música invisible que había en el ambiente, y la humedad cubría sus cuerpos a elevadas temperaturas.
Estaban a punto de llegar cuando el más joven de rizos desvió su mirada a un lado, sintiendo sus ojos arder por la presión de sus párpados y las lágrimas que amagaban en salir. Sintió la piel caliente de una mano presionando su mejilla, forzándolo a mirar aquellos ojos azules que estaban sobre él, siendo ese gesto lo justo para que dejara correr una de sus lágrimas que tanto quería evitar. El pulgar del castaño mayor pronto tomó aquella gota salada que recorría la mejilla del muchacho que le causaba tanto placer, no solo cuando estaba dentro suyo, sino también cada vez que soltaba una risa de su ronca voz, cada vez que arrugaba su nariz al sonreír, cada vez que un brillo peculiar irradiaban en sus ojos verdes esmeralda, cada vez que sus hoyuelos aparecían a cada lado de su rostro, cada vez que sus largos dedos frotaban sus rosados y finos labios, ahora hinchados y rojos por lo que estaba ocurriendo. Sus frentes se unieron apreciando la protección que el otro le brindaba.
Finalmente abrieron sus mandíbulas al tiempo que sentían el calor hirviendo en sus entrañas. El aire saliendo de sus bocas en forma de grandes jadeos se mezclaba mientras se recuperaban de sus orgasmos. Un último beso en la mandíbula del chico de cabello rizado fue posado por parte del castaño ojiazul, que con tranquilidad sacaba su miembro palpitante de dentro suyo y cayendo luego a un lado, ocupando un lugar en la pequeña cama. Sus pechos subían y bajaban con furia mientras intentaban inhalar el poco oxígeno que parecía quedar en la habitación. Bocanadas de aire fueron tomadas antes de que el mayor hablara.
-Cada noche es diferente contigo -dijo sonriendo y mirando al más joven de ojos esmeralda, pero éste no le devolvió el gesto.
Su garganta estaba a punto de quebrarse, y frunció sus labios fuertemente antes de largar lo que por tanto tiempo se había guardado.
-Sí, -su voz salió en un tono serio- pero estoy cansado.
-Lo se, yo también acabo cansado y...
-No -interrumpió Harry-, estoy cansado de esto, cansado de esta rutina diaria.
Esta vez volteó a ver a los ojos de su compañero, siendo suficiente para que sus ojos se humedecieran de nuevo. Harry notó cómo la piel bronceada en la cara de aquel que observaba se tornaba en un ceño, así que decidió proseguir.
»Cansado de que esto no sea como antes, cansado de tus actitudes -dijo sentándose en la cama, y esta vez su voz retumbó en la habitación.- Ya me harté de que me uses, Louis. Eso es lo que sucede, ¿okey?
-Oye ¿de qué rayos hablas? Yo no te utilizo -respondió Louis, aunque con un tono más leve a como el joven de rizos le había hablado antes.
-¿Pues entonces qué es esto? ¿Por qué solo vienes aquí de noche? ¿Por qué mañana actuarás como si nada de esto hubiera sucedido? ¿Por qué cada vez que me enamoras solo pretendes que nada pasó? -Harry calló al notar lo que acababa de confesar.
-Harry... yo no... -las palabras del ojiazul tardaban en procesar y darle una explicación al chico que ahora sobrepasaba su altura estando sentado.- Tú sabes lo que me pasa contigo.
-Vaya manera de demostrarlo -contestó frío-, ¿sabes qué? solo vete. -Fueron las últimas palabras de Harry antes de recostarse en su cama, dándole la espalda al muchacho que aún estaba a su lado reposado sobre sus codos.
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Unwanted Mistake. One-Shoot Larry Stylinson.
FanfictionANTES DE LEER: este es un semi-hot fanfiction sobre Larry Stylinson, así que si eres homofóbico, Elounor Shipper o simplemente no te gusta Larry, para eso está aquella cruz roja en la esquina derecha :) (One-Shoot original, escrito por mí. Si llegar...