El código Mark

"Somnifobia"

Lo primero que visualice al despertar fueron desgraciadamente los apuntes al respecto. Los apuntes que me recordaron la infausta noche del día de ayer.  Luego de despertar de mi segunda pesadilla nocturna, decidí dejar la cama y comenzar a investigar al respecto. La sensación de profunda y espesa oscuridad alteró mis nervios toda la noche, mientras indagaba en la red en busca de respuestas concretas.

Lo cierto es que los sueños, son un real misterio de cierta fascinación para grupos investigadores. Mucha gente se dedica a tratar de interpretar cada sueño por más extraño que parezca, con una cierta pizca de cercanía a los sucesos cotidianos de cada persona. 

El error que encontré en la mayoría de explicaciones de sueños inusuales, fue que fueron tratados espiritualmente, dejando a lado el objetivismo de todo el caso. Leí que muchos investigadores trataban a los sueños como hechos personales, que cada quien tiene su propia razón para soñar lo que sea que esté soñando, y por ende, también tendrán su propio criterio e interpretación de aquellos.

Ciertamente, me siento un poco más tranquilo después de todo éste conocimiento adquirido, porque mucha gente asegura tener ciertas razones para soñar cierta cantidad de cosas, pero al final todo llega al mismo objetivo claro. Todo está en tu cabeza.

Mientras preparo el desayuno y procedo a vestirme para ir al instituto, pienso un poco lo ocurrido anteriormente. Soñar con oscuridad absoluta, según varios foros, significan pocas esperanzas en mi futuro. Lo cuál es completamente erróneo, ya que desde que estudio en la primaria, he sido caracterizado por mí mismo en ser un hombre profesional, y me he esforzado por ello. Y con respecto a verme a mi mismo en la oscuridad absoluta, significa inseguridad y temor para diversos problemas en la sociedad. No encuentro más que patrañas, porque soñar con oscuridad absoluta una vez, soñar con verme a mi mismo la segunda vez y repentinamente perder los ojos, no creo que signifique una inseguridad que obviamente no poseo. Pero lo que obviamente sé, es que todo ése enredo, fue producto de mi propia mente, lo que me tranquiliza, y a la vez me inquieta, ya que no sé en lo que realmente esté pensando, o posiblemente pasando. 

Cuando llego al instituto, la primera voz que siento es la de Sofia, preguntando si me estoy sintiendo bien últimamente. Entonces procedo a contarle toda mi situación.

La mamá de Sofia es psicóloga profesional, por lo cual ella tiene un conocimiento un poco más general de todo lo que me ocurre, sus palabras fueron concretas. Todo lo que sueñas es producto de lo que cultivas en tu vida. Lo que me sorprendió ciertamente, es que todas las características que describen mis sueños, no encajan con mi personalidad actual, ni mi personalidad pasada. Recién conozco a Sofia, por lo cual ella piensa que realmente poseo una personalidad fingida, y no creyó ni pizca de mis historias de la adolescencia y niñez.

Procedió a investigar en su teléfono el significado de perder los ojos, y cuando lo leyó, me aseguró con orgullo que ya se lo imaginaba, pero le gustaba ser precisa. Según los artículos, la pérdida de ojos en los sueños significa que la persona tiene ciertas complicaciones con ver la realidad, y que la misma persona se lo impide. Lo cuál no me pareció nada cierto, pero traté de dejar de discutir. Le di las gracias y entré al curso para recibir mis clases. Cuando el profesor entra, nos pide orden y procede a entregarnos unas hojas, las cuáles vi horrorizado. Me había olvidado por completo de la prueba de hoy. Entonces las pesadillas de la noche anterior se convirtieron en nada.

Llego a casa molesto, realmente ha sido un día terrible, mañana no tengo que ir a la U, así que aprovecharé en trabajar lo más rápido posible para tratar de dormir, pensé en que quizás mis problemas son consecuencia de las pocas horas que le dedico al sueño.

Cuando termino, trato de llamar a los directores de la institución a la cual le trabajo, para asegurarles que mañana por la mañana les entregaré el archivo realizado para recibir la otra parte del mismo.