Ella llegó un día cualquiera, nunca pensé que ese día se volvería una fecha especial, pero así fue, todo empezó con una amistad, eso era, mi amiga, no pensé que me llegara a gustar sabía que era gay pero también sabía que tenía novia.
Además de eso yo no buscaba nadie Simplemente quise hablarle.
Desde el principio nos llevamos muy bien ella es ese tipo de persona con el que puedes hacer un click mágico así es es increíble, hablamos todo el día todos los días, de lo que sea no necesitábamos un tema en especial Sólo Necesitaba hablar con ella y lo necesitaba cada vez más.
Hablar con ella era mi parte favorita del día, me encanta recibir un mensaje suyo.
Pero seguía diciendo que éramos sólo amiga no tenía sentimientos por ella o así me lo planteaba.
Pronto ella terminó con su novia no por mi culpa No se crean, Simplemente no estaban bien y las cosas terminaron.
Si lo preguntan no no me puse feliz sabía que ella estaba triste o eso pensaba yo, y eso no me hacía para nada feliz.
Comenzamos a hablar por llamar toda la noche podía hablar de cualquier tema con ella sin miedo sin vergüenza todo era natural.
Y así poco a poco me comenzó a gustar y gustar lo noté, noté que mis sentimientos por ella había cambiado y estaba creciendo.
Las cosas eran más intensas entre nosotras, o eso me hacía sentir nuestras conversaciones, desde que ella estaba soltera compartíamos mensajes con algo de coqueteo, estaba segura que le gustaba.
No aguanté la emoción y le confesé a mis amigas sobre esa chica a la cual no conocía pero que me tenía el mundo de cabeza. Era de todo lo que podía hablar, de esta chica.
Moría por verla en definitiva tenía que salir con ella, acordamos un día sin mucho planeamiento. Fue algo inesperado, nos vemos hoy? Una pregunta simple que dio pie a la salida más maravillosa del mundo.
Puedo jurar que esa chica era mágica, era tal cual me la esperaba Tan hermosa y cordial, en ese momento me llené de inseguridades, ella era hermosa y pues yo, yo era más bien el adjetivo de normal, en ese momento consideré que no tenía ninguna oportunidad con ella, así que decidí disfrutar del día.
Vimos una película, hablamos por horas y hasta caminamos de la mano, lo sé era pronto pero no importaba, era como si ella y yo nos conociéramos de toda la vida.
Al final de la cita podía estar segura que nos gustábamos esto era mutuo me dije a mi misma, esas miradas, esa sonrisa. O bueno nuevamente eso creía y esperaba yo.
Es que simplemente Melissa era especial.