A prueba de fuego.

CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO

ZETH

Estoy pasmado. La risa que salió de sus labios... no la reconocí. ¿Y si tiene razón?,  ¿y si ya no hay nada que salvar?, ¿y si la perdí para siempre?.

Soy un tonto, un estúpido, no debí permitir que la princesa me besara, ni yo regresarle el beso. ¿Pero que más podía hacer?, si no lo hacia ella iba a pagar las consecuencias y yo no estaba dispuesto a ello. Sigo sin estarlo. Al parecer el plan le salió completamente a la inversa a la coqueta de la princesa.

No solo amenazo a Kalia, si hubiera sido así yo se que ella hubiera podido defenderse y me tendría a mi a su lado para hacerle frente a lo que viniera, pero amenazó a Hila. ¿Qué mente retorcida amenaza a una niña pequeña?

"Si no me amas, si no me eliges a mi, si no me besas ahora destruiré a Kalia y con ella arrastrare a Hila" "¿Qué, crees que no soy capaz?, por favor, te detallare el plan"

Solo de recordar sus palabras me causa arcadas. "Si no eres mío, bueno, déjame decirte que yo siempre consigo lo que quiero, Hila perderá todo, primero mandare a encerrar a Kalia diciendo que me hizo daño, la encerraran en el calabozo y nunca más vera la luz del sol, primera persona eliminada, después te acusare a ti y a Alioth de traición por haberla traído aquí, los llevaran a la los reclusorios custodiados bajo tierra en la parte oeste de Brarmon, donde nadie con poderes o sin ellos a logrado escapar nunca, a continuación el próximo encanto, Leander, que haremos con ese... ya se, tiene doce, la edad suficiente para entrar en el ejército y ¡comenzar a entrenar!, eso lo hará duro y fuerte y en cuatro años podrá formar parte de nuestro ejercito y combatir contra los neflims como honorable miembro de su familia."

-Zeth- volteo Alysa me mira con sus ojos llenos de miedo jamás en todos los años de mi vida la he visto así, encogida como un animal enjaulado.

-Todo es tu culpa, ¡la perdí por tu culpa!- se encoge más y abre los ojos.

-Lo siento, no permitas que haga eso Zeth, ¡no lo permitas!- grita y agita sus manos mientras lagrimas corren por sus mejillas.

-¿Y como quieres que lo evite? Ella no me escuchaba antes ahora menos que nunca, te lo buscaste sola, no por tener todo ese poder significa que puedas manipular a la gente a tu antojo. Es una lección Alysa y tu la estas aprendiendo de la pero manera.

Me volteo y salgo del callejón enojado, enojado conmigo, con Alysa, con Kalia y hasta con Hila. Se que no debería pero no puedo evitarlo.

-¡Zeth!- una figura alada desciende y se postra frente a mi. Por un momento la confundo con Kalia pero las alas blancas me sacan de mi ensoñación.

-Raiyel, que gusto verte.

-Tengo que hablar contigo. Ahora.- su voz no es de si quieres o no, es una orden. Asiento. Tan rápido que no capto bien sus movimientos me rodea el pecho y salimos volando. La primera vez que Kalia hizo esto fue cuando Bastiaan nos llamó en medio del bosque, solo me ahorro el tener que caminar colina abajo pero aun así recuerdo el vértigo.

Me saca de los terrenos del palacio para depositarme en un edificio alto.

-Bien Zeth, hora de la explicación, ¿Qué le hiciste a Kalia?- me sonrojo, ya le llego la noticia tan rápido.

-¿Cómo sabes que pasó algo?

-Por esto.- se levanta la camisa y deja al descubierto un arañazo definitivamente hecho con un objeto punzante. -Me la encontré a medio vuelo huyendo y cuando me acerque a ver que tenía la mire a los ojos y ... es como si hubiera visto a una persona completamente diferente, no la reconocí. La tomé de la mano intentando encontrar alguna reacción y bueno saco un cuchillo me hizo esto- señala su herida- y salió volando como alma que lleva el diablo.

-¿Por que lo asocias conmigo?

- Soy extremadamente viejo Zeth. Solo he visto cambiar de actitud tan rápido a un reducido número de personas, y todas fueron por un corazón destrozado.

No quiero llorar frente a Raiyel pero no puedo evitar que salga una lagrima por mi ojo. Suspiro y le cuento todo, la amenaza de Alysa, como nos vio besándonos en el callejón y la amenaza de Kalia. Cuando acabo su cara esta seria.

-La rompiste- levanta los brazos y los deja caer.

-Creí que ella no lo vería, que después se lo explicaría todo y entendería pero no me dejó hablar.

-La noche anterior hablamos y estaba dispuesta a luchar por ti, Zeth, estaba dispuesta a enfrentar el miedo de amar y tu, tu la rompiste de la peor manera. Es demasiado incluso para ella, no puedes llenar un corazón de esperanzas y sueños y arrancárselos de un jalón, crea un desbalance emocional, he visto humanos que no lo soportan y mueren en el acto, otros se convierten en sonámbulos, muertos en vida, pero los orgullosos los que se han enfrentado a desgracias y han salido, ellos se vuelven fuertes, impenetrables.

-No se que hacer- mi corazón se rompe cada vez que Ray dice las palabras.

-Si antes Kalia era fría, si antes su corazón era duro ahora es una piedra, casi imposible de penetrar.

-Tenemos que hallar la forma.

-Sí, no voy a dejar a mi bebé, en cierta forma entiendo que lo tuviste que hacer Zeth pero eso no quita que le rompiste el corazón a la persona que más quiero en este mundo. La sacaremos del abismo y una vez que vuelva a ser Kalia, mi Kalia la apartare de ti para siempre. No dejare que le vuelvas a hacer daño. No te mato solo por que te necesito.

Asiento. Se que el ángel lo dice enserio, se que la lastime y mucho, se que la voy a recuperar. Tengo que, por que la amo. Una vez que vuelva a ser ella si quiere irse la dejare ir, pero si quiere quedarse a mi lado ni el ni nadie podrá detenernos. Ya no más. Han sido suficientes intervenciones por una  vida.

No se si podré vivir una vida sin ella, no se si valga siquiera la pena, pero hay que luchar.

-Bien, ¿Cuál es el plan?

-El amor fue lo que le quitó su humanidad y es lo que se la va a regresar. Tienes que convencerla que la amas, de verdad.

-Eso ella ya lo sabe.

-No Zeth, no lo sabe y de eso depende que regrese. Ella esta ahí, encerrada dentro de su propia muralla y antes de enfrentarte a ella tienes que saber que los demonios son truculentos, inteligentes, mentirosos, sádicos y muy poderosos.

-¿Por qué me dices eso Raiyel?- su expresión se cierra y sus ojos me dicen la respuesta antes que sus labios.

-Por que no vamos a lidiar con una dividida, vamos a lidiar con un demonio.  

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¡Ah! Hasta yo me emociono.

Creo que era necesario que este capítulo lo narrara Zeth, ya saben que he estado haciendo pequeños momentos en los que Zeth opina o habla de la situación y ahora quise darle un capítulo completo para llegarlo a conocer un poco mejor y para enterarnos del por que del beso.

Como odio a Alysa. Aggg.

Espero les haya gustado tanto como a mí.

Con cariño, Dany.

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