Me encuentro en mi habitación inundada de miles de momentos, momentos no desagradables por el contrarió son momentos incomparables.
Recuerdo cuando te vi por primera vez, me encantaste al instante, fue tú sonrisa llevas en en ella una magia incomparable, y tus ojos iluminaron mi vida al instante, son perfectos.
Perfectos como aquél día en el que me besaste, como aquél día en el que llegaste. Desdé entonces todo es radiante, inolvidable y fascinante.
Nada se compara con tu compañía, la compañía que quiero por el resto de mi vida, llevarte de la mano es un placer como el que sentí al hablarte por primera vez, no se que me pasa se que estoy enamorada, no se que nos espera pero anheló disfrutar de lo nuestro hasta que muera.
No hay nadie como tú eso esta claro, me enamoras día a día como nunca nadie lo había logrado.