Típica, Típica, Típica rutina. En realidad no había cambiado casi nada la vida de Saitama con el llegar de Genos. Solamente había cambiado que el rubio hacia los quehaceres del hogar y no Saitama. Pero eso no le molestaba, al contrario; le gustaba. Genos siempre actuaba como si fuera una esposa, y más cuando usaba ese maldito mandil que le tenía loco al mayor. Le fascinaba ver al cyborg usándolo mientras preparaba todo tipo de comida. Con sólo verlo desde atrás le hacía babear.
Tenía muchísimas preguntas en su cabeza sobre Genos. Para empezar: podía sentir? Podía sentir si alguien lo tocaba en alguna parte del cuerpo como si aún tuviera piel? Lo único que le quedaba de piel era la de su rostro, y nisiquiera era piel natural; si no artificial. Pero aún así, en verdad como deseaba tocarla.
Pero la cosa que más le gustaba eran sus malditos ojos tan jodidamente hermosos.
Ya había pasado unas cuantas veces que Genos le miraba y el mayor se quedaba hipnotizado como un idiota mirando sus ojos, mientras que el cyborg sólo le preguntaba si estaba bien.Con todo lo que ya se acaba de decir, se habrán dado cuenta que... A nuestro héroe Saitamae le gusta Genos.
Todos Lo sabemos! Es raro! Además de ser un chico, es más joven que el calvo, y... Es un cyborg! Por Dios!
Claro, eso no tenía nada de malo, le gustaba como era. Su cuerpo, su rostro, todo. Todo de el menor le gustaba, no importaba que todo fuera de metal.
Pero siempre a tenido la duda de... Genos puede tener sexo? Por cómo tenía entendido él no tiene... "Eso" entonces no puede verdad? Y por atrás? Puede? Hasta quisiera preguntarle, pero sería demasiado vergonzoso.
Era raro para el, ya que nunca le había gustado alguien, nunca se interesó por una mujer o otro hombre. Pero cuando esta junto a Genos, no puede evitar pensar miles en miles y miles de cosas que se supone que debería de hacer con una mujer. Y siempre que intentaba fantasear sobre otra cosa, Genos siempre aparecía en sus malditas fantasías y sueños.
Pero había algo bueno de todo esto. El cyborg le hizo saber que no había perdido sus emociones y sentimientos como había pensado. No sentía miedo o alegría, emoción o furia; absolutamente nada. Hasta que llegó Genos. Con sólo ver a ese chico sintió como su corazón latía de mil maneras. Siente felicidad y excitación.
Y creo que para el rubio fue igual, ya que al principio de conocerse tampoco demostraba alguna emoción, siempre tenía esa expresión sería. Pero con el paso del tiempo, sonreía, reía y hasta se sonrojaba. Algo que sólo hacia que quisiera el calvo quisiera comérselo a besos.
Y ahora que lo recordaba, el mayor trataba un poco mal a Genos cuando insistía en ser su aprendiz.
Le insistía en que se fuera a casa y que lo dejará de molestar, pero el seguía insistiendo en que quería volverse más fuerte con su expresión sería. Al parecer eso no le importaba, pero ahora, hasta se llega a deprimir cuando piensa que el mayor lo regañaba o le sermoneaba - cosa que casi no hacia - el punto es que ahora si expresa sus sentimientos. Al igual que Saitama.
En verdad que se arrepentia de haberlo tratado de esa manera. Ya se había acostumbrado a tenerlo cerca.
- Sensei! - Genos llevaba un buen rato llamando a su maestro y el estaba en su mundo - Saitama Sensei!
- Mh? Ah. Que decías Genos?
- Le preguntaba que quería de cenar.
- Oh. Haz lo que quieras - le dijo y seguío leyendo el manga que tenía en la mano.
- Quiere Udón?
- Sabes hacerlo? - le preguntó despegando su vista del libro.
- Es que... - el chico menor se sonrojo - como al Sensei le gusta tanto, yo aprendí a hacerlo.
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El Metal También Siente (Fanfic Yaoi - One Punch Man)
Fanfiction- Esto. Puedes sentirlo? Sin duda que podía sentirlo, y le gustaba. Al volver poder sentir cada cosa que pasa a su alrededor, en especial las cosas que su Sensei hace, aprovecha todo momento para poder sentir cada nueva sensación que había olvidado...