¿Y ahora qué?

Amigos de verdad.

Estaba en lo cierto, nada más desprenderme un poco de Mónica empecé a ver caras desconocidas y a hacerlas conocidas. Ahora me centro en mis tres nuevos amigos: Diego un chico no muy alto, delgado, con unos ojos preciosos y con un corazón enorme...es el más gracioso del grupo y a partir de ahí se convertiría en mi mejor amigo; Blanca es la hermana de Diego, para mucha gente esto es un problema pero ellos son el máximo apoyo que ambos tienen y se llevan súper bien. Blanca es genial, clarita de piel con las mejillas rosadas y los ojos verdes, ¡muy guapa! Es la más extrovertida y te puede animar aunque estés por los suelos. Por último está Eric el más callado pero a la vez el más culo inquieto que puedas conocer, su padre murió hace 6 meses, quizá por eso hace lo que hace...se ha metido en muchos líos últimamente pero nosotros siempre lo ayudamos a desahogarse y nos quiere un montón. En realidad todos nos queremos porque aunque llevemos poco tiempo somos una pequeña familia.
Echo un poco de menos a Moni, nunca habíamos estado tan distanciadas y eso me preocupa un poco...este finde quería quedar con ella pero Blanca, Diego, Eric y yo vamos a ir al cine y Blanca va a traer a su primo que dice que es guapísimo y yo no me puedo resistir. Espero que Mónica no se enfade demasiado...

-Bueno y cómo dices que es tu primo...-Le dije a Blanca.

-Pues verás...no tengo ni idea ¡jajaja! Hace mucho que no lo veo pero...

-Es alto, feo y estúpido-Añadió Diego- No te preocupes Eli que es un fantasma, pero bueno ahí estaré yo para animar el asunto.

-Jaja, ya haciéndome reír desde por la mañana. Bueno da igual, tengo ganas de conocerlo.-Dije sonriendo.

Aquel día Blanca y Eric fueron a hacer un trabajo de francés. A mi me había tocado uno de latín con Diego y entablamos una conversación bastante profunda.

-Bueno cómo empezamos la presentación del PowerPoint.- Dije yo.

-Bua, dejemos el trabajo para luego. Nos conocemos de hace poco, cuéntame más de ti.- Respondió Diego.

-Qué quieres que te cuente. Soy una chica normal.

-Se ve que no, desde que empezamos a hablar he notado mucha confianza contigo y te quiero contar algo...-Dijo el tartamudeando.

-Por supuesto dime. ¿Ahora no será el momento en el qué me pides matrimonio no? Jajaja.-Dije sarcástica.

-Jaja, me gusta tu sentido del humor y aunque no estaría nada mal...no jaja. Quería pedirte consejo. Llevo con una chica bastante tiempo, pero he notado que ya no tenemos la misma complicidad y que me estoy fallando a mi mismo por comerme bastantes marrones por su culpa...-Soltó Diego de sopetón.

-Vaya, este chico tiene sentimientos profundos, jaja. Mmm vamos a ver. Aunque yo todavía estoy esperando a mi príncipe azul-reí- sólo te digo que hay veces que quieres mucho a alguien y no es recíproco, en esos casos es mejor alejarse y centrarte en ti y en lo que realmente buscas y quieres.

-Sin palabras, jajaja. Te voy a hacer caso. Sabes, me alegra poder hablar contigo. Realmente nadie sabe como soy en realidad.

-¡Me alegro de ser la primera!

*Que chica más risueña y simpática. Me cae bien. Si, me cae muy bien. Además es muy guapa*
Pensó Diego.

Los dos reímos y tras toda la tarde hablando y trabajando poco, nos dimos cuenta de que íbamos a ser los mejores amigos compartiendo risas y más risas.