La espera.

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9 años después.

Podía escuchar el golpe constante que daba el gis contra el pizarrón causandome un poco de sordera e irritación, me dolía la mano de tanto escribir pero sólo pude estremecerme para sacar esa inmovilidad de mi. El corbatin me apretaba el cuello y sabía perfectamente que al desvestirme habría una roja e hinchada marca en el.
No entendía porque debía de escribir tantas palabras si mi único propósito era tocar el violín; y esa era la misma razón por la que me gustaban más las enseñanzas al oleo. Careolo, mi instructor de pintura, me dejaba hacer lo que yo desease. Madre me contó que estaba interesado en una criada de la casa, y por la noche de un 18 de Noviembre escuche los susurros de gozo mientras paseaba por la cocina, a merced de una tremenda hambre, la cual se me quito rápidamente y avergonzado corrí de nuevo hacia mis aposentos.

-Joven Renollvel, ¿Le importaría repetir el ultimo segmento que leí ?- Se me seco la garganta y ella al darse cuenta que no iba a responder protestó -Al parecer hoy está más distraído... -Hizo una larga pausa que me hizo bajar la mirada a sus vestuarios, que colores tan más putidros usaba.-... que de costumbre. Le recuerdo que su madre no me paga para dejarlo hacer su merced.

-Mis disculpas.- conteste simplemente para que su chirriante voz dejará de sonar por mis oídos.

Al atardecer, 2 horas después de mi preparación de gramática, pude salir de la habitación. Me dolían las rodillas como si los huesos me astillaran la carne, lo cual era muy incómodo.

-Hoy a tardado más de lo habitual - su voz hizo que me temblaran las piernas pero rogaba a todos los Dioses porque lo se haya dado cuenta.

La tenue luz de mis aposentos apenas podía alumbrar a su rostro, traía como de costumbre aquella camisa desgastada y se veía que recorría un poco de sudor de su frente. Trague saliva pasando por un lado para entrar a la oscura boca del lobo antes de encender algunas velas.

-Es una mujer muy irritante y... Fea.- solte sin siquiera mirarlo pero mi pecho se relajo al escucharlo reír.

-Te estuve esperando un par de horas.- su voz sonaba exigente, como si me hablara de una deuda por lo que una sonrisa no tardo demasiado en salir, di media vuelta encontrando su anatomia tan cerca de la mía.

-Ya no tienes que esperar mas.  

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⏰ Última actualización: Dec 12, 2017 ⏰

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