Capítulo 4. Boxeo es igual a Yoga

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Me encontraba adentrándome en el colegio, viendo como todos los alumnos dialogaban ente ellos antes de la campana.

Abro mi casillero para organizar mis horarios de clase y retirar los libros que necesito para el día.

¨Buenos días Kate¨ escucho al cerrar la puerta, mi amiga estaba aplicándose labial con una mano mientras con la otra sostenía un pequeño espejo. Britt es la chica más perfeccionista que haya conocido y no hace falta mencionar que es toda una rompecorazones, a lo contrario de mí. Algunas veces me pregunto de donde encuentra las agallas de decir y hacer cosas sin pensarlo dos veces. Sin duda somos muy opuestas, pero como dice el dicho lo opuesto se atrae.

¨Buenos días Britt¨ respondí al darle un abrazo, Nos dirigíamos a nuestra clase, historia, una de las peores materias que podrían existir o al menos nuestra profesora lo hacía lucir así. Por suerte mi mejor amiga y yo coincidimos en la mayoría de las materias, lo cual hacia que el colegio fuera mas tolerable.

Al haber pasado varias clases las horas habían pasado y toco la campana indicando que las clases habían terminado. Con un suspiro junte mis libros y los guarde en mi bolsa. Hoy se sentía como un día cansador y estresante, el tiempo podría ayudar ese factor ya que el cielo indicaba una pronta tormenta, y dicen que el clima puede interferir en tus estados de ánimo.

Estando a unas cuadras de mi casa mi celular vibra indicando que tengo un mensaje entrante de Jack ¨Hey Kate, me preguntaba si te gustaría pasar por el gimnasio de mi padre hoy, que dices? ¨ Jack es uno de los mejores amigos que haya tenido en toda mi vida, es una de las personas que le podrías contar todo, sin tener remordimiento de que me juzgue. Él ha estado para mí siempre cuando lo he necesitado. Siempre ha tenido una fascinación por el boxeo, pero eso lo podría haber heredado de su padre. El señor Parker en sus años más jóvenes fue un gran boxeador de Phoenix, ha ganado varios cinturones de campeón y ha sido reconocido por una gran cantidad de años hasta que en una de sus peleas su oponente lo derribó causándole pérdida de vista de su ojo izquierdo, por lo que tuvo que retirarse.

¨Hoy he tenido un día exhausto Jack, no creo que pueda¨ le respondo para los siguientes segundos responder.

¨Vamos Kate, hoy seré tu entrenador, prometo que te sentirás como nueva para cuando te vayas¨ En eso tenía razón, cada vez que iba volvía a mi casa más relajada, tal como el yoga pero más violento.

¨Está bien, estaré ahí¨ respondo para guardar mi celular en el bolsillo trasero de mi jeans.



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El Boxeador (h.s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora