Una habitación oscura.
Se enciende una luz a lo lejos.
Camino hacía ella con pasos temerosos y lentos. La oscuridad siempre fue el miedo de niños y de muchos adultos, pero lo que en realidad me daba miedo era el lugar... desconocido, y el estar sola ahí.
Cuando me estoy acercando a la luz un golpe interrumpe mis pasos y él entra a la habitación. Sus ojos van llenos de ira y de odio. Su rostro esta desencajado. Y por sus mejillas yacen restos de lágrimas.
Va sin camisa. Sus tatuajes son más visibles ahora, y unas heridas en su pecho aparecen en el asombroso panorama de músculos y arte de tinta en su piel.
Quiero acercarme y acariciar sus heridas, como una parte de mi sabe que hizo alguna vez, pero cuando una muchacha entra en la habitación me quedó estática, con miedo a que ambos noten mi presencia.
No puedo verle el rostro a la chica, sólo sé que es rubia y de contextura delgada y que un tatuaje adorna su muñeca... no lo alcanzo a ver, pero creo que es una letra, una J.
—Luke por favor... no tenemos tiempo —la voz de la muchacha revelaba que llevaba mucho tiempo llorando, y que lo haría de nuevo si algo la empujaba a hacerlo.
—Basta por favor, ya no lo soporto —se quejo él colocando sus codos en sus rodillas y tomando su cabeza entre sus manos apretando con fuerza. Cuando levanta otra vez la cabeza lágrimas de dolor aparecen en sus ojos.
La muchacha lo envuelve en un abrazo y rompe en un llanto contenido.
—Tráela de vuelta Luke, por favor —sollozo la muchacha.
Él sólo dejaba que sus lágrimas cayeran sin cesar por su rostro.
—¿Sabes que es lo que ella hubiese hecho en momentos como estos? —dijo apartando con suavidad a la muchacha mirándola directo a los ojos.
La chica negó llorando en silencio.
Él sostuvo su rostro con sus dos manos y seco con sus pulgares las lágrimas que caían por sus mejillas.
—No nos dejaría llorar —dijo sonriendo y haciendo sonreír a la muchacha también, pero ninguno de los dos dejaba de hacerlo—. Y a mí, si me viera con estas heridas, buscaría el botiquín y me obligaría a sentarnos en esta cama y que no respirase hasta que haya limpiado y curado todas las heridas —ambos sonreían llorando.
—Volverá Luke, ella es nuestra, es parte de nosotros... es tuya —susurro sollozando la muchacha.
La escena entristecía mi corazón, y hacía que algunas lágrimas apareciesen en mis ojos, ¿de quién estarían hablando? Estaba más que claro que era una persona muy importante para ellos. ¿Y sí se trataba de su hija?
Mi piel se estremeció de sólo pensar en eso. Un niñita, sin sus padres... la peor pesadilla para ambos.
—No quiero extrañarla Luke, no quiero —se desesperó la chica—. Sólo se extraña a alguien que sabes que no volverá, o que tardará demasiado en hacerlo.
Esta vez él la envolvió con fuerza entre sus brazos y la chica lloraba con sollozos audibles.
—La traeré de vuelta, lo juro. Ella es mi vida, lo es desde hace once putos y maravillosos meses. Es mía. La traeré con nosotros y saldremos de toda esta mierda, lo juro —la voz decidida del muchacho hizo que mis ojos se llenaran aún más de lágrimas, y aún que apretara mis ojos, no podía dejar de llorar en silencio, en un rincón de la habitación.
ESTÁS LEYENDO
Génesis {acción, suspenso}
ActionSoñar lo mismo durante meses hará que Génesis se sienta completamente perdida y más aún, cuando el muchacho de sus sueños aparezca en su vida como una persona más, que quiere una simple amistad, o tal vez algo más pero sin ir muy lejos. Con la ay...