¿Qué queda de nosotros dos? [En proceso] ©

El mensaje

Marcos, luego de unos minutos, imprime los boletos, de ida y de vuelta. Como París queda muy lejos de Argentina, tendrá que hacer varios viajes. 

 —Sí...  Ahora vas a ver Ana, vas a darte cuenta de quién soy en realidad...—dice mientras se mira al espejo y se cambia la ropa mojada–Te amo... 

En la pantalla del celular, se puede leer "Ana te bloqueó"

—¿Pero qué? —grita, con el ceño fruncido. 

Luego de quedarse mirando varios minutos conversaciones de 2015 en las que un "Te amo" más tarde pasó a ser un "Te odio",  decide agarrar el control remoto y encender la televisión, lo cual es en vano, porque no le presta atención, sólo piensa en Ana. 

¿Por qué me bloqueó justo ahora, que estoy decidido a recuperarla?

Aquella pregunta que parece imposible de contestar, da vueltas en su cabeza y le impide percatarse de que alguien ha entrado a su habitación, sin tocar la puerta.

—¿Que hacés en mi habitación? —reclama un hombre de su misma edad, con el cabello color océano y ojos a juego con su chaqueta café—¡Andate!—exclama mientras lo empuja hacia la puerta.

—Eh, tranquilo, esta es mi habitación—dice mientras se defiende y le propina un puntapié al desconocido.

—Dale, andate—amenaza con una navaja que saca rápidamente de su bolsillo. 

Finalmente, Marcos se da por vencido y abandona la habitación. Claramente aquel chico pretendía robar, aunque de una forma un tanto estúpida. Mientras baja al hall  para refrescarse, imagina al extraño revisando su cómoda y recostándose en su cama. En el camino, se encuentra con un botón, al que decide pedirle ayuda:

—Um, hi, um... There's a guy in my room. He amenazed  me with a navaje. Um... Please, can you help me? —murmura en su pésimo inglés. El botón le mira raro y sigue su camino a alguna habitación del subsuelo.

Entonces decide respirar profundo y recostarse en un lujoso sillón que permite unas vistas a la ciudad. De repente, su celular vibra, así que le llegó un mensaje de voz. Cuando lo reproduce, se lleva una gran sorpresa: es una voz conocida la que jadea y ¿pide ayuda?

–Por favor, por favor, vení, te necesito en Argentina... Por favor, por favor –solloza la voz. En la parte superior de la pantalla, se puede apreciar que el emisor de este extraño mensaje es Martina.

¿Martina?