Penumbras

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Es increible cómo de un segundo al otro podemos encontrarnos en situaciones inimaginables. Todo comenzo en una noche oscura de otoño. Me encontraba caminando camino a mi casa luego de salir de la biblioteca de mi facultad. Soy estudiante de medicina, hace un año ya. Esta carrera requiere un estudio arduo, eh ahi la tardanza en mi vuelta a casa. El reloj marca la 1 y me inquieto al ver que la única alma que transitaba las calles de mi ciudad era yo. Los transeúntes que estoy acostumbrado a ver no están presentes, solo yo y mi respiracion agitada. Como arte de magia, comienzo a escuchar pasos detrás mio. "No tiene sentido el alborotarse", pienso, pero ahora que lo pienso habría sido conveniente. Los pasos comienzan a ser mas apresurados y desprolijos, como si sintiera que algo se le escapa. Igual que el comienzo a apurar mi caminar. Para observar que mi perseguidor lo hacía también. Era obvio lo que sucedía, aquello que me seguia queria alcanzarme. Entonces, sentí como mi cuerpo liberaba adrenalina,como si mi instinto me indicara que debia alejarme y lo mas rápido posible. Corri con todas mis fuerzas, pero fue inútil, aquello era más rápido que yo. Me tropecé con el cordón de la vereda y simplemente me tumbe y lloré. De repente los pasos se hicieron mas lentos y fuertes, lentamente se acercaba a mi. Con paso firme, duro pero a la vez desigual llego a estar a centímetros de mi. Y segundos despues comencé a escuchar una respiración, una respiración agitada, furiosa y por sobretodas las cosas gelida, como si se tratara de alguien sin alma... Luego de unos segundos de escuchar aquella horrible y tenebrosa respiración sentí que algo penetraba mi cuello, no era cualquier cosa, era algo... Algo peculiar... Era una aguja. En ese momento me desmaye, sin ningún tipo de esfuerzo por no hacer aquello.

El tiempo había pasado, mis parpados pesaban, mi cuerpo estaba inmóvil... En un esfuerzo inhumano abri mis ojos... Me encontre con un espectáculo digno de un libro de terror, estaba desnudo tumbado sobre la esquina de un cuarto oscuro, tenebroso y clandestino. Mi primer impulso fue gritar, pero mi voz era muda, en el momento no me puse a pensar en la razón, por lo que comencé a mirar alrededor del aquel punto esperando algún tipo de respuesta. Vi otros dos seres humanos pero... Estaban lejos de tener vida... Ahora sabiendo de mi soledad en aquel horripilante lugar, decidí observar mi cuerpo... Poco sabia de lo que me esperaba en aquel cuarto...Lo que vi fue indescriptible... Todo mi torzo estaba cubierto de cicatrices mal curadas... De sangre seca... De moretones de una agresión única... Luego de aquella visión indescriptible, tome una fuerza inigualable para palpar mis heridas para encontrar ni mas ni menos que huecos... Como estudiante de medicina supe en seguida la razón de mi secuestro... Me habían extirpado multiples órganos... Mi riñon... Mi higado... Un pulmón...Estaba sosteniendome a mi vida, la cual en poco tiempo se desvaneceria... Era un milagro que siguiera vivo...
De repente sentí un estruendor y esuche un sonido familiar... Eran los pasos torpes de mi perseguidor... Comenze a gritar en seco, no podía... Algo faltaba... Y como para interrumpir mi desesperación apareció mi perseguidor, armado con su bisturí y mascarilla... Era hora de que terminara su labor...

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