Inexorable

Boomerang Pt. 1

-Odio el transporte publico- Dijo a regañadientes una joven de aproximadamente un metro con cincuenta y siete centímetros.

-Yo he viajado en buses, no es tan malo- Dije, seguido de una falsa sonrisa.

Estoy nerviosa y un tanto perturbada debido a que la gran, noble y comprensiva chica de mechones rubios no tenia un excelente humor que digamos. Y claro pues, esta en todo su derecho.

-Como es que llegamos aquí en primer lugar, me lo recuerdas por favor?- Me dijo, con un poco de sarcasmo. Claro que se acordaba, y obviamente yo también.

...
CINCO HORAS ANTES

Ahí estaba yo, sintiéndome culpable de nuevo.

Es que deberían darme un premio para "Persona que cambia fácilmente de animo". Estoy segura que no los defraudaría.

Seguía esperando a la presidenta por aquel golpe que le dí. Repito, le di un golpe a la presidenta del consejo estudiantil. Yo quería una vida normal, en mi instituto deseado. Pero que creen, nada de mi vida es normal, y el instituto donde mi querida madre me ha enviado es el instituto de mi última opción. Que genial.

Pasó treinta minutos, nada. Cuarenta, cincuenta, una hora.

Al parecer no vendrá... perfecto, me odia...

Quizas deberia planear, NO YA SE! LA CAPA DE INVISIBILIDAD DE HARRY POTTER! SI! PERFECTO! ME TAPARA TODO HASTA MIS ESPERANZAS.

"Oh... son las 1pm... debo tomar mi medicina" me dije. Me dirigí a la maquina dispensadora de comida, lo cual debo recalcar que solo había visto en películas, y saqué una botella con agua. Busqué en mi maleta de mano el botiquín que mi madre dulcemente me empacó, dentro del botiquín habían pequeños frascos con notitas pegadas en ellos, "Tomar cada 4 horas" "Tomas si te sientes con dolor de cabeza" "Tomar si te sientes débil" "Antidepresivo: tomar si te sientes deprimida, y si, si las mereces", entre mas.

Esta ultima me hizo sonreír un poco, me acorde de aquella vez que pedi por primera vez un anti depresivo.

...

HACE SEIS AÑOS

Regresaba del colegio, era una epoca dura. Todo lo que me deprimia estaba junto en una semana. Exámenes, trabajos atrasados, parejas felices, Andres y su acoso, arboles con complejo de bonsai de almuerzo. Completamente fulminante.

Pero habia algo que me lleno de luz y esperanza. Tomare la ruta que cualquier adolescente con las hormonas locas, y complejo de emo haria...

- Disculpa, madre... ehm... ¿tienes antidepresivos?

- Sí, hija, que paso? Aquí tienes una caja.- 

Una madre normal preguntaria el por que, esperaria la respuesta y luego me daria la droga, pero mi madre no, debido a que ella es una enfermera piensa que tiene todo controlado y me da toda la medicina que necesite. Si le pido jarabe, me lo da. Si le pido la pastilla del dia despues, me lo da, me regaña y claro, despues me preguntaria los detalles como 'Conozco al susodicho?', 'Es lindo?', 'Como fue?', 'De que tamaño lo tiene--' AAAAHHH, MEJOR DEJEMOLO HASTA AHI.

Pero después de razonarlo... Ellos no tienen la culpa que sean un asco de la sociedad. Ellos ni siquiera saben que su unica meta es atormentar a las personas, de hecho yo soy el problema, no?

- No, déjalo, no me los merezco...

- ... – Me quedó viendo durante un buen rato con cara de 'Really, nigga?' – ¡TOMATE LAS JODIDAS PASTILLAS!

-AH! QUE NO LAS MEREZCO DIJE! – Algo me dijo que no debi decir eso, pero en esos momentos no me importo nada.

Dicho esto mi madre agarro la escoba y una serie de eventos pasaron, eventos como: Mi hermana gritando hasta que se la voz desaparezca, la chancla voladora el cual conllevo al efecto 'Gato volador', el cual consistia en que, mi madre en su afan por pegarme me lanzo su zapatilla, pero al tener mala punteria le lanzo al televisor haciendo que este se caiga para atras donde el gato estaba descansando... y pues del susto, el gato dió un mal salto y fue a dar a la ventana.