Sin querer queriendo

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Sin querer queriendo, me senté atrás suyo en clase para oler el perfume a jazmín que siempre impregnado en su pelo estaba. Para ver la línea de su nuca y el lunar que tiene en un hombro.
Me senté frente a ella en el recreo para ver los dientes recién enderezados por brackets. Para ver la nariz respingada y los ojos achinados.
Me senté al lado de ella en el colectivo para sentir sus suspiros al mirar el paisaje. Para ver de cerca sus rodillas y las uñas despintadas.
Le tomé la mano fuerte en el camino a casa para sentir el calor casi eléctrico que emanaba. Para mostrarle que mi última intención era soltarla.

Me acosté a su lado en la cama para poner mi piel contra la suya y sentir su sonrisa en mi cuello. Para recorrerla de arriba abajo, desde los pies hasta el cabello.
Me paré en frente suyo para ponerle un anillo en el dedo. Para decirle cuanto la amaba y en el momento indicado,plantarle un muy fuerte beso.
Le tomé la mano para darle todas mis fuerzas. Para ayudarla a que el mundo viera una nueva mini-ella.

Me paré con ella para ayudarla a ir desde el comedor hasta el jardín. Para dar pasitos juntos y no caer en el ínterin.
Me acosté frente a ella para recordarle quien era. Para contarle nuestra historia y verla recordar por milésima vez.
Le tomé la mano para que no tuviera miedo. Para que siguiera respirando despacio y para ver como, sin querer queriendo, sus ojos se iban apagando.

-Aqua James

Letras de insomnioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora