En una blanca habitación, el olor a antisépticos invadía sin pudor alguno las fosas nasales de cualquier persona que se encontrara en ella, las blancas cortinas se mecían de atrás para adelante a causa del suave viento que se colaba por la ventana, los leves rayos del sol que de igual manera entraban por la ventana se reflejaban en el pequeño florero que contenía esos hermosos girasoles llenos de vida.
¿Cuánto tiempo es que había pasado?, ¿Desde hace cuánto habían hablado como siempre lo hacían? No lo recordaba, la única rutina que ahora llevaba era ir a la universidad, venir al hospital a verlo, pasar horas contando le cómo le había ido en el día sin recibir respuesta alguna por parte de él y regresar de nuevo a su apartamento. Como le dolía, le dolía tanto que por momentos olvidaba todo a su alrededor, lo único que podía hacer era llorar de frustración, dolor, rabia, una mezcla peligrosa de emociones. Ya no quería sentir esto, sus amigos siempre le decían que ya era suficiente, que parara, ya no tenía que seguir sufriendo, el no querría eso, no querría verlo de esta forma.
Lo sabía, lo sabía perfectamente, si él le viera de esta manera sin duda alguna se culparía así mismo, pero no podía dejarle. La madre del chico al que tanto amaba de igual forma se lo había dicho pero él a pesar de todo seguía firme con estar a su lado, porque estaba seguro que algún día volvería a su lado.
Se acercó a paso lento hasta quedar parado frente a él, acerco su mano hacia su cabeza y suavemente le acaricio como si de un cristal se tratara, frágil y delicado era lo que su imagen mostraba.
-Hola Nagisa~-sonrió con tristeza tratando de mantener ese tono burlesco con el tanto se caracterizaba-. Lo siento, he llagado un poco más tarde de lo usual, pero sabes tengo una excusa perfecta-sonrió traviesamente-. Sabes hoy una chica se me confeso, es de un grado superior... pero no te preocupes, yo solo tengo ojos para ti, la rechace con delicadeza sino me hubieras dado tremendo sermón como en aquellos tiempo ¿no es así?-le pregunto, al no recibir respuesta decidió continuar-. Mañana no tengo clases así que podre quedarme contigo todo el día, seguro estas preocupado por tu madre ¿verdad? Por eso mismo hoy me quedare yo para que ella pueda descansar.
-Oh, Karma-kun, ya llegaste-saludo repentinamente la madre de Nagisa.
-Hitomi-san, buenas tardes, se me ha hecho un poco tarde, pero como siempre sin falta ya estoy aquí para cuidar de Nagisa.
-Karma-kun, sabes que te lo agradezco mucho pero no deberías seguir lastimándote de esta manera-sonrió con amargura la mayor.
-Nagisa lo es todo para mí, esto no es nada, en verdad no es nada-respondió con dolor. Odiaba que lo quisieran separar de él los entendía querían su bienestar pero lo que no comprendían es que su bienestar estaba junto a Nagisa.
-Lo sé. Se perfectamente cuanto amas a mi hijo, tantas veces el me hablo de ti y de lo que sentía hacia ti-se acercó a Nagisa y le acaricio su cabeza mientras sonreía-. Cuando me lo dijo no pude evitar sorprenderme, al principio me culpe porque pensé que por haberlo obligado a ser como una chica había afectado su orientación sexual.
-Lo mismo pensaron mis padres-sonrió con burla-. Ellos también creyeron que por el hecho de no haber estado conmigo, el no hablarme u orientarme me había convertido en un homosexual. Pero eso no es cierto, no puedo decir que yo sea gay porque en realidad el único chico que me gusta y gustara será Nagisa, no hay otra persona que me haga sentir de esta forma como lo hace el.
Al ver la cara que había puesto el pelirrojo y la seguridad acompañada con firmeza con la que había asegurado, querer por siempre a su amado hijo, no pudo evitar sonreír mientras unas pequeñas lágrimas surcaban de sus orbes.
-Realmente ustedes son tal para cual, mira que decirme lo mismo que Nagisa-trato de limpiarse las lágrimas que seguían resbalando por sus mejillas.
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Thank you, my love 「Finalizada」
Short StoryLa vida es muy cruel, pero bien dicen "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde", sin duda alguna ese horrible accidente le abrió los ojos a nuestro amado chico. Ya hace tres años que su amado esta en estado de coma. Solo un milagro podría salvar...