Recién terminaron las clases en el instituto, al inició el día estaba hermoso... Al inició, en menos de lo que canta un gallo, una tormenta azotó la ciudad.
"Atención, debido al clima no podemos permitirles ir a casa hasta nuevo avisó, gracias por su comprensión". Al escuchar esas palabras me deje caer al suelo.
- noooooo- dije frustrada, una chica de cabello tan blanco como el mio me miro con una gran sonrisa.
-tranquila, Su- dijo mientras se sentaba a mi lado - mira el lado bueno- menciono algo picara.
- Cuál es el lado bueno?- la mire algo confusa, que hay de bueno en quedarse todo el día en el instituto?.
-podrás pasar algo de tiempo con tu chico- sonrió de oreja a oreja mientras señalaba a un pelirrojo que se encontraba del otro lado del pasillo con la vista fija al fondo de este, de un momento a otro me miro fijamente, tan pronto como mi corazón se acelero desvié la mirada.-no es mi chico... ya sabes que solo somos amigos- le respondí aun sonrojada. A decir verdad realmente sentía algo por Castiel, simplemente luego de un tiempo se volvió imposible no dejar de reír como idiota al resivir un mensaje de su parte o luego de algún momento comprometedor entre ambos - ademas sabes que no le gusto en lo mas mínimo - agregue algo desilusionada, Rosalya me miro fijamente algo frustrada.
-este es el problema de los enamorados, juran que el otro no siente absolutamente nada, mientras están tan segados con ese pensamiento, personas como yo podemos ver desde lejos como se mueren de amor el uno por el otro- me dijo mientras me movía de atrás hacia adelante.
-pues Castiel no...- antes de poder terminar la frase una vos masculina me interrumpió.
-yo que?...- cuestiono mientras me tomaba por la espalda, Rosa solo sonrió mientras nos miraba.
-oh! miren la hora, es momento de irme - se perdió en una de las aulas mientras no paraba de reír.
-maldita- dije entre dientes al perderle de vista, Castiel me miro divertido al notar como refunfuñaba.
-que pasa tabla de planchar te molesta mi presencia?- pregunto mientas se posiciona delante mio.
-que comes que adivinas?- dije evitando el contacto visual, este tomo mi rostro entre sus manos, haciendo que lo mirara de cerca.
-no intentes engañarte a ti misma pequeña... -susurro mientras se acercaba cada vez mas y mas a mi, mis mejillas ardían como nunca y solo podía verlo con los ojos completamente abiertos -si te molesta tanto... por que aun no has hecho algún intento por escapar de mi?- sonrió al decir esto y a tan solo unos centimetros de mis labios se alejo para reír a carcajadas.
-eres un idiota- dije al soltar un suspiro, inevitablemente una pequeña sonrisa escapo de mi rostro al verlo reír como una foca retardada. Luego de una hora Castiel y yo aun manteníamos una platica animada, se podía decir que nuestras risas eran lo que mas resonaba por los pasillos, sin duda alguna cuando la estas pasando bien el tiempo se va volando.
-espera aquí Su... buscare algo, no creas que no escuche lo que tu amiga y tu estaban platicando sobre mi- dicho esto se fue dejándome con las palabras en la boca... había escuchado la charla de rosa y yo?... al caer en cuenta todo lo que dijimos me puse roja y no podía parar de cuestionarme cosas sin para.
-Castiel escucho... oh mi Dios- en ningún momento dije nada sobre mis sentimientos o si?... mis diálogos conmigo misma fueron interrumpidos por la vos de una chica algo chillona.
-Que te estas creyendo?!- me cuestiono una chica rubia de pelo corto.
-disculpa?- pregunte viéndola con desprecio.
-deja de hacerte la idiota y de jugar el papel de la chica inocente que no mata una mosca, Castiel es mio, odio que te acerques a el así que sera mejor que dejes de hacerlo- proclamo como la reina de un imperio,
-y si es tan tuyo porque te aterra tanto que una idiota como yo te lo quite tan fácilmente?- respondí con odio - no me voy a alejar en lo mas mínimo por lo que tu digas, Amber -me posicione frente a frente a ella - y déjame decirte algo mas a diferencia de ti no tengo la necesidad de amenazar a todas las chicas que le hablen a Castiel, a pesar de lo mucho que me guste, tal vez por eso prefiera mil veces pasar una hora hablando conmigo a tener que soportar verte la cara por un segundo...
-oh! - exclamo Castiel de la nada haciéndome estremecer.
-C-cuanto tiempo llevas aquí?- dije nerviosa.
-lo suficiente- respondió con una mirada seria.
-esta tarada cree que esta a tu nivel, ponla en su lugar para que entienda que jamas tendrá una oportunidad contigo- exigió Amber mientras ponía una mano en su cintura y mostraba una mueca de superioridad.
-Tienes razón eso es lo que tengo que hacer- confirmo Castiel con una voz tan seria como su expresión, no se por que pero algo dentro de mi se rompió un poco al ver su mirada tan fria clavada fijamente en mi, mis piernas temblaron un poco mientras esperaba sus palabras de rechazo.
-gracias, amor - dijo claramente feliz la rubia oxigenada.
-definitivamente no estas a mi alcance, solo mírate, tan creída, problemática, han pasado varios años y aun no terminas de entender que jamas tendremos nada de nada... simplemente jamas saldría con alguien como tu... Amber - terminado su discurso voltio a ver a la rubia que perdía su sonrisa burlona lentamente, por un momento me sentí tranquila al no estarse dirigiendo a mi, aunque una lagrima se había asomado traicioneramente por uno de mis ojos.
-QUE?... PERO CASTIEL... E-ELLA ES TAN PATÉTICA... NECESITAS UNA MUJER DE VERDAD...- Castiel mostró un rostro de disgusto por escuchar sus chillidos y simplemente me tomo de la mano guiándome a las afueras del instituto, la lluvia estaba un poco mas calmada pero aun no teníamos autorisacion de salir el edificio.
-Castiel no podemos salir esta prohib...- este se detubo y se volteo a verme, mientras dejaba su chaqueta sobre mi cabeza, reanudo la caminata nuevamente,
-aun no te he dado una respuesta a ti... por culpa de los chillidos de la rubia no podía hablar contigo... necesitamos un lugar mas tranquilo- al Castiel decir esto me sentí algo nerviosa, después de todo escucho sobre mis sentimientos, la incertidumbre de no saber que me esperaba me estaba matando lentamente.
Caminamos varias cuadras hasta llegar a una casa algo espaciosa, entramos y Castiel fue resivido por su perro, el cual salto sobre el entre ladridos, yo camine aun apenada, estaba empapada a pesar de tener puesta su chaqueta, no podía parar de temblar en solo unos minutos Castiel me había dado una toalla para secarme un poco, aunque eso no quitaría que mi ropa aun seguía algo húmeda.
-puedes usar una de mis camisas mientras tu ropa se seca... solo conseguirás un resfriado si te quedas así- me dio una camiseta negra, la cual tome tímidamente.
-tal vez deberíamos hablar primero sobre... ya sabes... antes de eso... quien sabe si tenga que irme luego de esa charla- dije mientras desviaba la mirada.
-cámbiate primero- al decir esto me guió al baño y se alejo, solo me tomo un de minutos cambiarme, al salir me senté junto a el en el sofá de su sala, el solo me miraba dijo sin ninguna exprecion.
-entonces?- dije.
-lo siento mucho, sucrett- fue lo que dijo, no debía decir mas, lo entendía perfectamente, me habían rechazado. Es irónico como a pesar de que me hice a la idea de un final así aun me duele cuando lo vivo en verdad.
-no pasa nada- dije con una sonrisa forzada, desvié la mirada hacia abajo, podía sentir como mis ojos se cristalizaban por las lagrimas que luchaban por escapar, pude sentir como Castiel se sentaba a mi lado.
-y aun así te atrevías a decir que te molestaba mi presencia- dijo con una sonrisa burlona, yo lo mire confundida - lloras como si te hubieran rechazado, digo se que soy genial pero aun no te doy ese honor- si antes tenia una expresión de confucion ahora ni sabia como describir mi expresión.
-estas jugando conmigo?... crees que soy tu maldito entretenimiento?!- dije algo enojada.
-tranquila mi ¨lo siento¨ fue sincero en verdad me disculpo- respondió- pero no por rechazarte... sino por traerte a un lugar donde estarás completamente indefensa.
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Continuara?... podría haber Lemmon? quien sabe?
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Día De Lluvia☔ (CastielxSucrett)
Fiksi PenggemarEs increible, como un día soleado y hermoso, se convierte en uno tormentoso en solo un instante.