Muchas veces pienso que todo esto es una mala broma del destino, que en algún punto de mi vida hice algo para que me odiara y por eso me hace sufrir de esta manera tan cruel y despiadada.
Sufro cada que te veo, cada que te oigo. Es un martirio verte tan lejos de mí.
Ese día, nunca pensé que sería tan importante en mi vida
Miércoles 5 de junio del 2013; dos años 9 meses y un día. De haber sabido que sería tan importante también hubiera contado las horas, incluso los segundos.
Nunca te lo había dicho, pero te he odiado en secreto desde ese día. Odio cada parte de ti, todo lo que eres. Tu irritante voz, tus ojos opacos, tu cabello sin chiste, tu sonrisa tan vacía, tu nariz, tus manos con aquellos dedos largos, tus brazos, y ni hablemos de tu cintura.
La pregunta más cruel que he tenido que hacerme en mis 17 años de vida es "¿Por qué no puedo tenerte?" Porqué demonios tuvo que pasarme esto a mí. Caí enormemente enamorada de ti, ¿qué hiciste para que eso pasara? no lo sé, lo único que sé es que te amo.
Tal vez nunca lo sabrás porque no me conociste antes, pero me cambiaste. Me enseñaste lo que es amar, abriste mi corazón, algo que nunca nadie pudo hacer. Tú me haces una mejor persona.
Al principio creí que esto nunca funcionaría, ¿qué cosa saldría bien con una relación así? Tú en un estado, yo en otro, con cientos de kilómetros de intermedio. Pero henos aquí, 1005 días conociéndonos, un año y 24 días siendo novios (oficialmente).
Hay momentos en los que me hiciste sufrir mucho, lloré como nunca lo había hecho y muchas veces quise mandar todo lo nuestro por la borda, y odio decirlo, pero lo merecías. Sin embargo nunca me dejaste hacerlo, claro, no conscientemente. Nuestros recuerdos nunca me dejaron hacerlo, el saber quién eres, como eres realmente.
Y ahora te lo agradezco, gracias por no dejarme terminar con lo mejor que me ha pasado hasta ahora.
Hemos pasado muchas cosas juntos, muchas alegrías, muchas tristezas, pero siempre estando él unos para el otro. A pesar de que nunca hemos estado físicamente juntos siempre me has dado tu hombro para llorar, has limpiado mis lágrimas y lo mejor de todo es que has dibujado cientos de sonrisas en mi rostro.
Puedo sentir muchas emociones por tu causa. Hay momentos que nunca podría olvidar, el día que te conocí por ejemplo, la primera vez que te vi y escuche, nuestros días en que jugábamos mucho "verdad o reto" (en los cuales por cierto, me enteré de cosas interesantes), cuando nos empezamos a tratar como novios sin realmente serlo, la primera vez que te vi llorar y que me dijiste que te gustaría verme llorar ya que tenías curiosidad. Pero cuando me viste hacerlo te arrepentiste y no porque llore feo y me vea horrible, sino porque te sentiste mal al verme llorar.
Uno de mis recuerdos favoritos es el del arcoíris, simplemente hermoso. También el de nuestro intento de cita, fallida, pero aun así fue lindo.