No podía parar de correr. Cualquiera que la viera juraría que se tratase de una manada de lobos que la persiguen. Jadeante no detiene su marcha y con todas sus fuerzas intenta ir más rápido sin importar el dolor que en su pecho comienza a instalarse, esta tan cercas ¡y no puede rendirse ahora!.
Un corpulento hombre se atraviesa en su camino, de traje negro y portafolio en la mano, checa descuidado su reloj quedándose parado a mitad de la acera intentando torpemente descifrar que es lo que dicen esas manecillas.
Abrió grandes sus ojos, el hombre se había puesto a mitad de su camino y con un ágil movimiento apenas y logra evitar que se estampase duramente con el sin embargo no sale completamente limpia y lo empuja bruscamente.
-¡Hey te más cuidado!- él le grito completamente indignado por la falta de respeto de la chica que ni siquiera se había detenido para pedirle disculpas.
-¡Lo lamento!- exclamo ella mirando hacia atrás donde estaba aquel muchacho, sin detener su apresurada marcha. Ya estaba muy cercas de la esquina, el autobús sin embargo ya había encendido su motor y lentamente empezaba a avanzar.
-¡Espere!- grito con las esperanzas de que la escuchara el chofer, pero este ni siquiera se inmuto.En un intento desesperado por alcanzar el autobús saliente no notó la presencia de aquel pequeño animal que cruzaba plácidamente de esquina a esquina y fue muy tarde cuando logró visualizarlo, no quería lastimar al pobre perrito que estaba en medio de su camino ahora, preocupada por el bienestar del animal intentó esquivarlo; quiso detenerse y Dio un salto a la derecha para intentar evitar patear al canino pero al hacerlo no consideró que cercas de ella había una caseta telefónica que estorbaría y reducía su espacio para correr, perdiendo completamente la concentración entre el perro que había evitado y el nuevo obstáculo que tenía en frente, su pie izquierdo se estampó contra la caseta telefónica , su mochila salió disparada hacia el frente y el peso de esta al mismo tiempo la arrastro a ella, provocando finalmente una dolorosa y aparatosa caída.
No sabía que le dolía más, el dedo gordo de su pie izquierdo punzaba fuertemente mientras que su rodilla derecha ardía, las palmas de sus manos dolían y podía ya sentir algunos cortes en ellas. Burlón el motor del camión se escucho a lo lejos.
Unos jóvenes estudiantes que pasaban por el lugar corrieron a auxiliarla, tendiéndole la mano le ayudaron a parase.
-¿Estas bien?- pregunto uno de ellos.
-¡Claro!- dijo rápidamente dando una sonrisa forzada -Gracias, no fue nada- restando importancia a lo sucedido e intentando ser fuerte, camino en dirección a la parada del autobús donde habían unos bancos. Si bien sentía que no podía recargar peso en el pie izquierdo aún así pensó que sólo era el golpe.Se sentó para intentar respirar - oiga, disculpe ¿Se encuentra bien?- volteo rápidamente para ver quien la cuestionaba, una señora de avanzada edad la miraba con preocupación.
- Amm si muchas gracias, no se preocupe- dijo torpemente ofreciendo una sonrisa, pero la anciana no dejaba de verla con la misma expresión de angustia.
-¿Segura? Vi cómo se cayó y creí que había chocado con la gaceta ¿Segura que no necesita ayuda?-
Avergonzada por lo sucedido, un leve rubor coloreó aún más sus mejillas - No se preocupe, Enserio que estoy completamente bien-- Pero tu pantalón esta roto- señalo la anciana.
¿Qué?
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Si la vida te derrota ¿Qué hay que hacer?
FanfictionTodos tenemos un muy mal mal día....