~Capítulo 8~
¿Pero qué hace él aquí?
- Kyle...- dije en un susurró pero lo suficientemente fuerte como para que él me escuchara.
- Emily - me sonrió - perdóname por venir sin avisar, pero tenía que decirte algo.
- Pues dímelo - dije acercándome para poder abrir la puerta de mi apartamento.
- Pues verás - se rasca la nuca nervioso - cuando estés en el trabajo dame el gusto de acompañarte a almorzar - lo dijo sin rodeos.
Me quedé quieta por un momento pero luego reaccione y abrí la puerta.
- Mmm...claro, no hay problema - sonreí extrañada, ¿Vino sólo por eso? - pero sigo insistiendo en que los demás empezarían rumores y no quiero formar ningún problema.
- Que digan lo que quieran, de todas formas es mi vida y no les debe importar lo que haga o deje de hacer - dijo serio pero luego volvió el brillo normal que tenían sus ojos.
Me reí, era muy cierto.
- Si tienes razón - dudé por un segundo para hacerle la siguiente pregunta - ¿Quieres entrar?
- Si no hay problema con eso, claro - me dio una sonrisa la cual haría a todas las chicas caer rendidas a sus pies - sin embargo no puedo quedarme mucho tiempo.
- Seguro.
Entramos y lo primero que noto es que mi apartamento no está en las mejores condiciones, esta mañana salí y no me dio tiempo de al menos organizarla un poco, en mi defensa no esperaba recibir visita alguna.
- Disculpa el desorden, esta mañana salí rápido y pues el resto es historia - sentía que mi cara estaba roja de la vergüenza.
- No te preocupes, créeme si vieras mi habitación no estarías avergonzada - se ríe y yo levanto una ceja sin creerlo por su aspecto parece amante de la limpieza - me imagino que creías que yo era un maniático de la limpieza ¿no es así?
Asiento.
- Pero no, mi habitación tiene ropa y papeles esparcidos si no fuera por mi nana sería un basurero.
- ¿Tienes nana? - aguanté la risa.
- No te rías, ella es como mi segunda madre - dijo - ha estado conmigo desde que tengo uso de razón.
- Ah claro - no aguanté más y solté la risotada.
- ¡Te dije que no te rías! - se cruzó de brazos pero también se estaba riendo.
- Como sea - limpié una lágrima de mi ojo - ¿Enserio, sólo viniste para decirme eso?
Sonrío y asintió.
- Por supuesto, te lo tenía que preguntar en persona.
- ¿Y no lo podías hacer en la oficina? Así como te presentaste aquí pareces un acosador.
- No - sonrío - tengo competencia así que me estaba asegurando de ser el primero - infló su pecho con orgullo.
- ¿Competencia? - me reí, que ridículo suena eso.
- Aunque no me creas es la verdad - dijo serio - Bueno, me voy.
- Claro - dije aún dudando de su afirmación.
Me dio un beso en la mejilla y con un "nos vemos" desapareció tras la puerta.
*****
De nuevo estaba en la oficina y ya me estaba cansando de ver estas cuatro paredes y aún me faltaba bastante tiempo para terminar. Escribí, organicé, borré ,redacté entre otras cosas mantuve haciendo hasta la hora del almuerzo.
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Mi perdición eres tú
RomanceSinopsis: Emily toda su vida ha crecido sin una figura paterna, ya que su padre abandonó a su madre, a ella y a su hermana menor que a causa de un accidente la dejó postrada en una silla de ruedas cuándo Emily tenía 10 años de edad, debido a ésto el...