Capítulo 1

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-Buenos días cielo! Feliz cumpleaños! -Deseé que fuera muda.  

-Gracias mamá... No necesitaba que encima de cumplir los 18 tuvieras que levantarme a las 8:30 de la mañana, es verano.  

-Ay hija.... Bueno da igual. 

-Lo siento mamá, pero ya sabes... No me gustan.  

Y se marchó. Con una expresión extraña en su cara, como si no fuera con ella eso de no querer cumplir años. Que más le daba a ella? Yo sigo siendo jóven, es tan sólo que no me gustan. Y yo Lisa, de 18 años cumplidos hoy día 22 de agosto de 2013, tenía que coger el teléfono para llamar a mi padre que vivía en las afueras de Marvella.  

-Hola Lisa! Felicidades! Te ha regalado algo tu madre? Que tal el día? 

-Hola papi! Pues regalar regalar.. Nada, y bueno ahí es a lo que iba lo único que me ha "regalado" a sido levantarme temprano en pleno verano, así que no muy bien.. 

-Bueno, yo tengo una sorpresa aquí para ti que se que llevas años pidiendome. 

Se hizo el silencio por unos insantes. 

-Vale papá... Me asustas. Cuando te veo?  

-Esta tarde? -No me dió tiempo a responder-. Perfecto. 

Y así mismo me colgó. De aquí a dos horas había quedado para ir a la piscina con unas amigas, María, Alba y Sara. Así que tal cual, me puse manos a la obra con mi pelo y mi cara. Como tenia que mojarme, decidí en pasarme la plancha por mi castaño pelo, y luego un poquito de rimel de aquel que dura unas 24 horas y puedes mojar.

-FELICIDADES! -Decían todas a la vez. 

-Va chicas... Dejadlo, pero gracias, en serio. 

-Ay de verdad a veces no te entiendo. -Comentó María-. Pero te sigo queriendo. 

-A veces ni yo misma lo hago. 

-Pues si no lo haces tú.. No se quien lo hará por ti! -Saltó Alba. 

Nos echamos a reír. Y en aquel momento, sí, en el mismo momento, pasó el ex de María, con el que llevaban 9 meses de relación y habían cortado hacía practicamente 5 días, iba con otra chica bastante guapa y bueno María, ella.. Se echó a llorar. 

-Hey no llores, ¿Vale? -Le dijo Sara. 

-Llorar es lo que quiere que hagas, en serio le vas a dar esa satisfacción? -Dije. 

Y calló. A eso de las 13:00 nos fuimos de allí, yo tan feliz de ver a mi padre porque me venía a recoger. Llegamos a su casa y me entregó una caja metálica, que contenía otra caja con un sobrecito, en el cual había un escrito que decía "Por nuestras pequeñas promesas" y dentro habían dos billetes para ir a Londres 20 días. Y entonces recordé cuando era pequeña que mi padre me decía que iríamos a Londres juntos algún día. No me lo podía creer, era mi sueño, viajar a Londres y a Amsterdam era lo que más deseabada, viajar siempr me ha gustado.

F[EL]LICIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora