Capítulo 2

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*El avión hacia Londres va a despegar.* Se oyó. 

Después de estar dos horas para preparar todo en el aeropuerto y una pastilla para el mareo despegó. Despegó mi viaje de ensueño. 

-Que, cómo va? -Preguntó papá.  

-Genial, pero voy a echar intentar dormir un poco vale? -Y recolcé mi cabeza sobre el cojín contemplando el precioso paisaje que dejaba atrás. 

*Ya hemos llegado a Londres* se oyó de fondo. 

Notaba el frío en mi piel, me encantaba el frío. Despegamos, salimos y nos recogió un taxi que nos esperaba con un cartel con nuestro apellido "Espinosa". Llegamos a nuestro hotel y bueno, yo salí aquella tarde mientras que mi padre dormía, me aburría allí y ya que había pagado por ese viaje decidí salir a descubrir esa espectacular ciudad. Salí a ver el maravilloso Big Ben, y sus preciosas vistas.  

-Hmmm... Hola! -Dijo alguien detrás de mi-. Eres preciosa. 

-Já, si lo dices con ironía para reírte de mi ya puedes largarte por donde has venido. -Y me giré. 

-No.... Realmente, eres preciosa. 

-Ah.. Vale... No te conozco de nada, quién eres? Qué quieres? -Era rubio, de mi misma estatura, de ojos azules, era un chico realmente guapo. Pero no me fiaba mucho, ya que no lo conocía de nada. 

-Te apetece que nos sentamos allí? -Señalando un banco que daban a unas vistas de cine. 

-Perfecto. -No sabía que decir. 

Y no sé el por qué ni el cómo, me acabó cayendo muy bien, demasiado para sólo conocernos de un par de horas. Mientras su boca se movía lentamente y me hablaba me fijé en que llevaba aparatos, me encantaba observarlo. Siempre había pensado que los tíos no valían  la pena ni para hacer un simple huevo frito, pero este parecía diferente. Pero tan sólo parecía padecer de un defecto, el único de todos que odiaba. Parecía ser el típico chico al cual todas las chicas le iban detrás, el típico chico popular de instituto en sus tiempos, bueno tiempos, unos 3 años atrás.. Pero no lo sabía, aun no había surgido ningún tema de conversación sobre la vida de ninguno.  

-A todo esto... Cómo te llamas? Aún no me lo has dicho. 

-Niall, me llamo Niall y tú? A mí no me has dicho tu nombre tampoco. -Rozándome con la punta de los dedos la parte inferior del brazo haciendome unas cosquillitas muy sensuales. Me dio por mirar el reloj y era tardísimo. 

-Oh no! Encantada de conocerte Niall pero tengo que irme. Le di dos besos lentamente, y me cogió la mano y me puso un papelito. 

-Hasta pronto, princesa. -Dijo en un tono muy suave,

Su última palabra "princesa" me hizo sacar una sonrisa en mi cara, odiaba todas esas típicas frase cursis de adolescentes como "sonríe princesa" o esas cosas, pero es que me encantaba que me lo dijeran, bueno, que me lo dijera Niall. Durante toda la noche estuve pensando en él, me gustaba mucho y solo le conocía de un par de horas de hablar.

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