Era un día nublado, mis amigos me habían invitado a salir pero decidí no ir, quería estar sólo.
Estaba triste era uno d esos dias donde quería estar solo.
Tocaron la puerta de mi habitación.
- pase!.- grite
- hola hijo, te sientes bien? Quieres que te preparé algo.-dijo algo preocupada mi madre.
-hola mamá, estoy bien no t preocupes.-mientras me levanto y me dirijo hacia el baño.
-esta bien, si necesitas algo, sólo llámame, si?.
-Si mamá.- digo en el marco de la puerta.
Una vez ahí dentro, me empiezo a quitar la ropa para tomar un baño.
Salí de la ducha fui hacia el lavamanos, tome el cepillo y la pasta dental y comencé a cepillar mis dientes, me mire en el espejo, y pensé
Odio los espejos!.
No me gustan porque siempre me imagino que algo va a aparecer atrás mío.
Me enjuague rápido la boca y salí del baño. Una vez en mi habitación, me puse lo primero q vi como siempre...
Salí de allí y baje las escaleras, camine hasta las cocina, abrí la heladera, tome eL jugó de naranja que es mi sabor favorito.
Me serví un poco de jugo en un basó y lo bebí con un par de galletitas que encontré en la mesa, al lado de eso había un sobre.
De mamá.
Para: David.
Me senté en una de las sillas que hay en el comedor, tome la carta, la abrí, pero no alcanzó a leer lo que dice porque justo tocan timbre.
Me dirijo hacia la puerta, la abro y me quedo congelado ante lo que mis ojos ven.
-hola soy tu nueva vecina, recién acabo de mudarme.- dice la joven, un poco nerviosa.- la verdad vine para ver si podías ayudarme con algunas cosas q son pesadas y no puedo llevarlas adentro. Me ayudas? Porfavor.
Me quedé perdido en sus ojos color verde esmeralda, no podía articular palabra alguna, sólo asenti con la cabeza.
-Gracias, y por cierto mi nombre es Lucia Morgan y el tuyo?
-David Evans para servir, señorita Morgan.-le doy un beso en la mejilla. Pude ver como se ponía colorada.
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Estuve con ella, hasta las 14:00 pm, la ayude a meter el sofá, la heladera y todos esos artefactos y muebles pesados a su casa. Cuando terminamos me invito a almorzar. Acepte quedarme, comimos espaguetis, charlamos de diversas cosas, así que pude conocerla un poco más.
Lucia tiene 20 años de edad, vive sola, estudia psicología, sus padres murieron en un accidente, hace dos años atrás. La verdad es una mujer muy hermosa.
Tiene el pelo lacio color castaño, sus ojos son color verde esmeralda, y parece una modelo.
Es realmente bella.
Yo sólo soy un año mayor que ella tengo 21.
Mis padres están separados hace tres años, vivo con mi mamá y con mi hermanita que tiene 15 años de edad. Amo mucho a esas dos mujeres si les pasara algo yo me muero. Son lo único que tengo como familia.
Mi padre vive lejos así que es como si no tuviera papá.
Soy un hombre alto, con un cuerpo trabajado ya que voy al gimnasio todos los días después del trabajo.
Tengo el cabello corto, color castaño claro, mis ojos son color miel.
Trabajo en un supermercado, me pagan bien y de vez en cuando salgo con alguna que otra chica. Me gusta divertirme, eso hace que por ahora no queria nada serio con alguna mujer.
Estaba en el patio sentado sobre el césped.
-El sobre.- dije en vos baja.
Había olvidado el sobre que mi mamá me dejó.
Me dirijo hacia la cocina tomo el sobre y los empiezo a leer.
Hijo quería decirte que cuides a tu Hermana tiene un comportamiento raro, estos últimos días ah estado algo nerviosa.
Esta mañana después de ir a verte fui a su habitación pero cuando llegue, vi la puerta entre abierta y escuche que hablaba con alguien, quedó de verse con esa persona en la cafetería Black a las 15:30 pm. Ella salió después de que yo me fui, fue a la casa de Laura.
Porfavor cuida de ella.
