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-No necesito saber si quieres o no, es una orden. -¿Qué pretendes al dejarme en ese lugar con ese gente que nunca he visto en mi puta vida? -Eres todo un caso, Vegeta...- dijo suspirando la mujer que llevaba una faz muy agobiada. -Aún no respondes mi pregunta. -Bien...no pretendo dejarte solo en la casa, sabiendo tu actitud de impulsivo que tienes. -No voy a estar solo. -No metas a los empleados en esto, que a pesar de ello igualito haces lo que quieres y mientras sigas a mi cargo no lo permitiré. -Aunque estés a mi cuidado no me dejaré ir a ese lugar. -Mejor quédate ese concepto para ti mismo porque vas a ir si o si a ese lugar, aunque tenga que mandar a que te lleven a patadas. El joven soltó una carcajada al escuchar tal insinuación de su madre por lo cual desató a una estérica mujer. -No me hagas reír, tu no matas ni a una mosca... -Pero haría a que lo hagan por mí. -No me asustas. -Mañana un auto pasará a recogerte.
