Badly Broken |AoKise|

17.

Cuando el rubio y la pelirrosa llegaron al hogar pasadas las once, todo se encontraba hecho un desastre, había comida por todos lados, espuma y hasta podrían decir que aderezos, Momoi suspiro, la próxima no se iría. Caminaron hacía el patio, donde se encontraban huellas del empaste de lo que alguna vez fue mousse de chocolate, encontrándose con los dos adultos abrazados y plácidamente dormidos. Una sonrisa tierna apareció en el labio de la tía y el sobrino de la familia, retrataron el momento con un par de fotos sin flash para no despertar a los bellos durmientes.

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A la mañana siguiente despertaron por un chorro de agua, proveniente de la manguera que poseía Momoi quién se había levantado temprano para limpiar el desastre de ambos amantes, ambos se levantaron rápido y huyeron hacía dentro de la vivienda, donde unas toallas los esperaban en el sofá

  — La próxima al menos limpien, malditos — mascullo la única chica de la casa mientras se iba a limpiar la cocina con la pobre manguera amarilla. 

Ambos comenzaron a reírse mientras se secaban, la noche anterior la habían pasado bastante bien. Fue una velada maravillosa, se reían, había sonrisas y buenos recuerdos. Todo marchaba bien.

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Pero no todo iba bien para dos personas, Reo y Riko se encontraban en la sala del primero tomando un café. Si bien, Hyuuga se había separado de Reo cuando Hiroshi -el hijo de ambos- tenía cinco años, Riko era la que iba a hablar con él por distintos motivos, en este caso, había sido muy particular. 

— Reo, ya te dije que si Hiro-chan no tiene ganas de venir, que no venga, por que solamente molesta— intento hablar tranquilamente la castaña, resultaba que los fines de semana Hiroshi se la pasaba con ellos, mientras que la hija de Aida, se pasaba el fin de semana con Momoi, en esos dos días, la castaña simplemente quería un poco de paz con su esposo y algo de intimidad, que hace cuatro años no tenía

  — Ai-chan, querida — el azabache rió sarcástico, odiaba que tratase a su hijo como escoria y amaba este momento en el que se encontraba en la casa de sus abuelos y no con ellos— Hiro-chan solo quiere pasar tiempo con su padre, que el muy cerdo no te toque no es culpa de él— el rostro de la castaña se deformo del disgusto, era la primera vez que Mibuchi le faltaba el respeto y estaba bastante sorprendida como disgustada— Deja en paz a mi hijo o te haré añicos, puta barata

 Aida, tal como vino, se fue. Reo estaba bastante enojado, no era la primera vez que insinuaba cualquier cosa por su hijo y esta vez, se había pasado. Tomo uno de los jarrones que tanto amaba Junpei en su momento, haciéndolo trizas en el sótano, odiaba con cada parte de su ser a esa zorra y al idiota de su ex esposo

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Volviendo a la pareja principal, ambos se encontraban trabajando, mientras cuatro cabezas pensaban su siguiente movimiento.

  — Tío Akashi, ¿que dices? — el plan de Nowaki era muy simple y muy cliché, era encerrarlos en una habitación, pensaron que tal vez al pequeño podría salir de ahí.

— Me parece bien, ¿todos de acuerdo? — Momoi y Takao pusieron manos en marcha, todo sucedería esa noche.

Rezaban por que todo saliese bien.