Narra Luke
-- Y tú preocupado por si no podías volver a entrar en la casa, o perder tus habilidades. -- rió con ironía.
-- Si no las he perdido todavía es, obviamente, por el poco tiempo que ha transcurrido desde que decidí huir.
-- ¿Decidiste? -- dijo con sarcasmo. -- Más bien yo diría que te viste obligado.
Volví mi mirada a Ashton y Kat, que bajaban las escaleras mientras razonaban sobre algo.
-- Todos sabemos que te ha comido el coco. Era cuestión de tiempo que te ocurriera. Siempre fuistes el más pequeño, y más ingenuo, todos sabíamos que eras el más vulnerable a ese tipo de cosas.
Tragué saliva, cruzándome de brazos y tratando de pensar en otra cosa. Odiaba cuando cualquiera de ellos hablaba sobre Kat, y este inútil se estaba acercando demasiado.
-- No sé por qué seguís pensando eso, pero sinceramente no me importa lo más mínimo. Algún día tendréis lo que merecéis.
-- ¿Estás seguro de eso? Te recuerdo que si nos pasa a nosotros, te pasa a ti. Una estupidez como la que has cometido tiene solución, no te dejes engañar. Todo iba bien hasta que decidistes lo contrario.
-- No, escúchame bien. Si vosotros estais ciegos no es algo que me involucre a mí, ¿de acuerdo? Ella no va a decir nada sobre vosotros, y yo tampoco quiero tener nada que ver, así que podeis estar tranquilos.
-- Hay muchos que no creen lo mismo... lamentablemente. -- chasqueó la lengua, ladeando su cabeza. -- La chica tendrá que morir. Si lo hace a tus manos, serás perdonado. Si no, tú irás después.
-- ¿Y a qué estais esperando? ¿Por qué esperar y pasarlo bien jugando con su familia? ¿Tan aburrido es permanecer en la casa de la que no habéis salido en unas décadas? -- me mofé de él sin poder, ni querer, evitarlo.
-- Estamos seguros de que tú sabes por qué, pero te aclararé las dudas. -- fingió una sonrisa. Siempre había sido tan simpático, e idiota. -- Queremos ver cuanto aguanta antes de volver arrastrándose y rogándonos la muerte.
Así como las palabras entraron en mi oido, mi puño salió disparado en su dirección.
Se tambaleó, estirando sus brazos para mantener el equilibrio. Sacudí mi puño para intentar disipar el profundo dolor que había sentido después de hacerlo.
-- Hijo de... -- me cogió del cuello de la camisa, resistiendo mis golpes y moviendome en lo que parecía una dirección en concreto.
Decidí cogerle del cuello como última opción cuando me llevó practicamente dentró de la cocina, donde estaban Ashton y Kat cenando.
Le di una palmada, tapándole la boca con una mano mientras que con la otra le estrujaba el cuello para poder sentirme libre otra vez.
Al parecer eso fue suficiente, porque aflojó su agarré alrededor de mi camisa.
-- ¿Recuerdas ese libro que casi quemas mientras hacías el trabajo para química? -- oi que decía Ashton aparentemente en una situación mucho más apetecible que la mia.
Perdí fuerzas por un momento, seguramente por querer prestar atención a demasiadas cosas a la vez, perdiendo la posición para estar más cerca de ellos de lo que me habría gustado.
Apollé mi pie en la encimera, propulsándome hacia detrás, y cogiéndolo desde donde podía para arrastrarlo lejos de ellos.
-- ... ¿ocurrió con él? -- oí esta vez a Kat, y usé su voz como motivación para no darme por vencido. Si volvía a entrar en Ashton, o iba a intentar llevársela, tendría que pasar antes por encima de mi cadaver. Eso era lo que me faltaba para que confiara en mí.
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No confies en los fantasmas || Luke Hemmings
FanficSolo una chica normal, en una casa no tan normal.