Capítulo 1: Mishka, la folla cojines.

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Miré la casa por última vez, mi habitación, la piscina donde aprendí a nadar... y en la que estuve cerca de ahogarme.

Tantos recuerdos, silbé y mi perro Mishka, vino conmigo. Le puse la correa y le insté a caminar, mi hiperactiva golden retriever meneaba la cola, cuando vio a mi padre hablando con los del camión de mudanzas casi se tira encima de él.

—Lexy, ¿todo listo?— preguntó.

Asentí con una gran sonrisa y me dio las llaves del coche.

—Ve metiéndote, ahora voy hacia allá.

Caminé hacia su coche, abrí la puerta trasera y Mishka saltó dentro, cerré la puerta y me senté en el copiloto. Busqué en mi mochila un disco y al encontrar Queen no dudé en ponerlo. Mi padre se metió en el coche y arrancó detrás del camión de la mudanza, nuestro antiguo vecino obeso cabrón salió. Bajé la ventanilla y cogí aire.

—¡VETE AL CARAJO CURTIS, GORDO TOCAPELOTAS!— chillé a todo pulmón.

Él me sacó el dedo corazón gritando insultos, cerré la ventanilla y subí la música. Mi padre negó sonriendo.

—Si no lo decías tú, lo decía yo— murmuró.

Reí y miré por la ventanilla sonriendo, por fin empezaría de nuevo.

~~~~~~~olakase~~~~~~~

No está nada mal...— dije con una sonrisa mirando nuestra nueva casa.

—Fue un detalle que dejaran las cajas por medio esos hijos de pu...— le callé entre risas.

Abracé a mi papá y apoyé mi cabeza en su hombro, suspiró cansado y yo simplemente froté su espalda. El divorcio para él fue mi duro, también lo fue enterarse que mi madre estuvo con otro hombre durante cinco años. Tuve que elegir entre los dos y para mí fue claro, mi padre.

—Todo irá bien, nueva casa es lo mismo que una nueva vida— le dije agarrando sus manos.

Él asintió y empezamos a colocar los muebles, gracias a Dios que por lo menos dejaron las camas en sus respectivas habitaciones. Mi padre lo colocó todo y yo empecé a colocar la poca comida que habíamos traído en la cocina. Escuché a mi padre reír con fuerza y yo me dirigí al salón para ver a Mishka dándole amor a un antiguo cojín de mi madre.

—Por Dios, Lexy, grábalo y mándaselo a tu madre.

Saqué mi móvil y lo grabé entre risas, se lo mandé a mi madre y sonreí al ver que lo había visto y no había contestado nada.

A las tantas de la noche decidimos pedir comida china, al rato llegó y comimos entre risas. Realmente hice bien quedándome con mi papá, al final nuestra conversación terminó en algo temido para mí.

—Mañana empiezas el instituto, ¿no?— preguntó a lo que yo asentí.

—Ajam, ahórrate lo de si estoy nerviosa, obviamente lo estoy.

—Ya sabes lo que te dije cuando eras pequeña, "sé tú misma y todo saldrá bien".

Asentí nuevamente y mi padre suspiró cuando terminamos de tirar lo sobrante de nuestra cena, se dirigió hacia mí y besó mi frente.

—Me alegro de que vinieras conmigo— susurró y yo lo miré.

—Siempre fui tu ojito derecho, no dudes que iría contigo al fin del mundo, buenas noches papá.

—Buenas noches cariño.

Subió por las escaleras y yo agarré mi móvil y miré mis mensajes, mi amiga Anna me dijo que mañana le contara como me fue en el instituto, le contesté que ni lo dudara. Subí a mi habitación y me puse el pijama para ir a dormir, me senté en la cama y al rato, Mish se subió a la cama y se echó. Hice lo mismo y ésta se acurrucó conmigo, cerré los ojos e internamente supliqué que mi día no fuera lo suficientemente duro como para pegarme un tiro.

Troublemaker [Grayson Dolan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora