SIMPLEMENTE, LE AMO

CAP. 1

Eran las 6 de la mañana. Me levanté de la cama de un salto. Era raro, porque me cuesta levantarme pero ese día, no tenía cansancio, no tenía sueño, sólo estaba nerviosa.
Ya empezaba mi segundo año en el instituto, estaba nerviosa porque iban a mezclar las clases, y yo quería estar con mi mejor amiga, Lea. La conozco desde el año pasado, ya que yo era nueva en el instituto, al principio nos llevábamos mal, pero porque no nos conocíamos, un día empezamos a hablar y resulta que teníamos muchas cosas en común, pasaban los días y éramos más amigas, ahora es como mi hermana.
Bueno, me preparé y salí de casa, era aún pronto, pero había quedado con Lea y con Irene. Fuimos charlando mientras íbamos camino al instituto.
Fuimos hasta donde estaban las listas, miré en el A, mi nombre no estaba. Oí a Lea decir que ella estaba en el B. Miré en esa lista, no veía mi nombre. Miré en la del C y ahí estaba mi nombre, pero lo malo era que mi tutora era la misma bruja del año pasado, en mi clase también estaba mi otra mejor amiga, Ana.

-Joder, nos toca otra vez con la vieja de mierda. Dijo Ana dirigiéndose a mi.

Subimos las escaleras hasta llegar a nuestra clase. Cuando entré, sentí un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo.

-¿Pasa algo? Me preguntó Ana.

-No, no tranquila. Dije mirando a otro lado.

Me senté junto a ella, casi al lado nuestra habían dos chicos, no los conocía pero uno lo había visto de lejos, se llamaba Jorge, y el otro no lo sabía. La tutora empezó a hablar pero yo no escuchaba, total, decía lo mismo del año pasado y ya sabía "sobrevivir" en el instituto. Cuando ya terminó de hablar, me levanté de la silla junto a Ana, cuando íbamos caminando me fije en ese chico que estaba sentado junto a Jorge, me quedé hipnotizada mirándolo hasta que Ana me dijo:

-Tierra llamando a Marta, un dos tres.

-Esto..eh...vamos. Dije aún mirandolo.

Salimos fuera y allí nos encontramos con Lea, Irene y más amigos.

-Bueno qué, vamos a comer o que. Dijo Manolo sacando papada.

-Vale gordi. Dijo Irene riéndose.

Íbamos caminando, todos estaban hablando menos yo. Yo estaba en mi mundo, concretamente pensando en él.

-¿Qué le pasa?.

-No lo sé, lleva así desde esta mañana.

Oí hablando a Lea y a Ana.

Las miré con desgana y seria.

-Em... No pasa nada, tranquilas. Dije mirando al frente.

Llegamos al macdonald y pedimos la comida, mientras estábamos comiendo, me levanté del asiento y fui al baño, me moje la cara con el agua fría, después me miré en el espejo, ese pelo largo color castaño ni oscuro ni claro, esos ojos verdes oscuros de siempre, pero ese brillo que tenía en los ojos no era el de siempre. Salí del baño y me volví a sentar.

-¿Marta me puedo comer tu hamburguesa? Dijo Manolo sonriendo.

-Claro. Dije mientras le daba la hamburguesa.

Cuando terminamos de comer me fui a mi casa, cuando llegué me tumbé en la cama, me puse los auriculares a todo volumen y cerré los ojos, pensando en él.