Nadie

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Había olvidado las veces que había cambiado de casa, siempre era lo mismo, mi madre tenía problemas en el trabajo y se tenía que cambiar llevándome a mi y a mi hermana detrás de ella siempre. Y no es que quiera decir que es malo porque realmente no lo es, simplemente llegó un momento en el que yo ya no soportaba cambiar de escuela y tener problemas con las clases por mi poca atención debido a que siempre estaba distraída pensando en las discusiones en mi casa.

-Tu primer día de clases, no puedes llegar tarde -La voz de James provocó que abriera los ojos -Hablo en serio

-¿Me acompañarás? -Mi voz sonaba esperanzada por escuchar un "" salir de sus labios

-No lo creo, tengo que estar temprano en la oficina y se me hizo tarde

-¿No te queda de paso?

-Acabas de levantarte, falta que te arregles y no tengo tiempo de esperarte -Sonaba serio y sinceramente no quería decir mucho

Había conocido a James en una conferencia de grupos emprendedores, no dejaba de mirarle y él hacía lo mismo, lanzaba pequeñas sonrisas y yo caí de inmediato al sentirme bien con esa mirada que en un momento llegué a pensar que era sincera

Me propuso mudarme con él cuando se enteró que mi madre de nuevo se iba, él y yo no llevabamos una relación formal como yo quisiera más sin embargo no eramos simplemente amigos. Él marcaba las reglas en todo momento y me daba los límites. Cuando por fin decidí irme con él, no como una pareja sino como compañeros, eran las mismas reglas, no somos nada pero somos algo más. Él estaba consciente que era menor que él pero no le dio mucha importancia, tenía su habitación y yo la mía, tal vez él no tomaba en serio lo que sentía por él y sólo me tenía lastima o como una chica que abriría las piernas después de unas cuantas sonrisas en la dicha conferencia

Tomaba mi celular con ambas manos y caminaba en la dirección que me marcaba, iba demasiado segura de mi misma, tal vez se debía a que la rutina ya la había probado varias veces con mi madre, con la diferencia que ella hacía hasta lo imposible por acompañarme a la entrada

-Buenos días -Dije llamando la atención a una señora que tecleaba rápido en su computadora -Soy nueva y quisiera saber si...

-Claro debes de ser la conocida de James -Contestó indiferente y sacando unas hojas -Este es tu horario, la hora y el salón -Señalaba la hoja y me veía, me estaba poniendo nerviosa -Los salones son fáciles de identificar, sólo ve el número que se encuentra afuera de cada uno de ellos... El candado y las llaves de tu casillero, es de los más bonito por cierto, tienes fortuna que el señor Johnson lo haya escogido para ti y... -Mascaba lo que creía un chicle mientras hablaba -¿Tienes dudas?

-Gracias -Suspiré dándome la vuelta con la hoja entre mis manos y caminando sin rumbo

-¡Diablos! -Un chico que iba corriendo me había empujado -Lo siento, voy tarde a mi clase

-No, disculpame tú a mi, no me iba fijando por donde camino

-¿Eres nueva? -Preguntó riendo y mirando para el final del pasillo -Te ves muy perdida, déjame ver eso

El chico que era bastante simpático me arrebato la hoja de las manos y comenzó a reír

-¿Pasa algo malo?

-Te toca el profesor Thomas

-¿Y...?

-Es la persona más neurótica que conozco así que... ¿quieres correr conmigo?

Comenzamos a correr en dirección contraria a donde yo iba, el chico marcaba el paso e iba bastante rápido, me sorprendía que no estuviera tirado pidiendo ayuda

El Indicado (Liam Payne) #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora