Capitulo 11

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Cada vez hacia mucha más presión hasta lograra ver una gota de sangre escurriendo por su cabeza mezclando sé con sus lágrimas pero alguien me jalo desde atrás, voltee amenazando con el navaja y al parecer es Zazil quien se había ocultado en un baño por si las cosas se ponían feas bueno eso creo.

-¿qué haces chiflada?-dijo Zazil como si se sintiera superior
-cosas -le dije liberando me se su agarre
-ah, entonces cosas-arqueó las cejas-mmm... No lo creo-dijo soltándome un golpe hacia el labio, pero no fue lo suficientemente fuerte como para moverme. Al ver que no me moví sólo pisó cara de espanto pero algo dentro de mi cabezas impedía seguir
-no lo hagas -escuche dentro de mi cabeza pero no era ni Richard ni Bob esta voz era muy diferente -sal de ahí, recuerda la promesa-se volvió a escuchar esa voz pero esta vez fue más fuerte y algo doloroso. Con suerte logre salir del baño sin ninguna marca pero que era esa voz, camine hasta llegar al salón, entré y no había nadie como si fuera un salón fantasma, me senté en mi lugar me coloque los audífonos
-muy bien hecho -escuche de nuevo esa voz extraña
-¿quien eres?¿qué haces en mi cabeza?- le pregunte a esa voz extraña
-no tengo nombre pero siempre he estado en tu cabeza escondida-dijo la voz pero al escucharla mejor casi sonaba como la de una chica
-¿por qué estás en mi cabeza?-le pregunte a la voz
-siempre estuve esperando el momento oportuno para hablar contigo soy como tu consciencia-dijo la voz muy tranquila-por que no me pones un nombre como a los otros dos-dijo la voz
-muy bien-suspire-te pondré Gabbe- le dije a esa voz
-Gabbe no es un nombre común pero está bien-dijo calmada-te doy un consejo-pregunto un poco desafiante
-que-le dije con un tono cortante
-ignóralos a Richard y Bob-dijo Gabbe
-y si me niego-le conteste con el tono desafiante
-esos dos te traerán muchos problemas-dijo Gabbe con un tono más serio
-oye tu, nadie le dice que hacer que no seamos los dos-dijo Richard casi gritando
-oh claro que puedo-dijo Gabbe
-ni te creas-dijo Bob
-eso veremos-contesto Gabbe muy desafiante.

Comenzaron a insultarse entre los tres causándome un horrendo dolor de cabeza, realmente insoportable. Agarre mi mochila y salí del salón, camine hacia la enfermería para ver si encontraba algo pra el dolor de cabeza o si me dejaban irme por que ya estaba harta de los gritos de los tres.
Llegue a la enfermería y no veía a la enfermera por ningún lado lo cual se me hico un poco raro, ella siempre estaba ahí
-¿qué se te ofrece?-pregunto la enfermera detrás de mi causando que se me erizara la piel
-siento que mi cabeza me va explotar-le dije colocando mis dedos en la sien
-oh, tomate esto y te puedes retirara tu casa-dijo la enfermera bostezando, al fijarme mejor tenía unas grandes ojeras alrededor de su su grandes ojos cafés.
-en serio me puedo retirar-pregunte
-si yo le avisaré a tu profesor que tengas-contesto la enfermera, salí de la enfermería y me dirijo hacia la entrada de la escuela para salir de ese horrendo lugar, camine hasta mi casa y esos tres no paraban de discutir.

-yo aparecí más antes-gritaba Richard
-no yo fui la primera pero me escondí-resongaba  Gabbe
-cálmense-dijo Bob impaciente
-jamás -gritaron Richard y Gabbe al unísono, no paraban de discutir por más que intentaba ignorara los pero se me hacia muy difícil. Llegue a la entrada de la puerta de la casa de mi tía , saqué las llaves y abrí la puerta y para mi sorpresa estaba Riley besuqueandose con uno de los tipos que fueron ayer a la casa, sólo me quede parada tratando de no vomitar no podría ser peor mi día.
-HEY! -les grite para ver si lograba que pararan de hacer esas cosas horrendas y asquerosas
-ah hola Mish-dijo Riley algo agitada
-voy a dormir y no molesten-les dije advirtiéndoles
-Ok -dijo el tipo-espera tu no eres a la que le dicen chiflada en la escuela -pregunto muy curioso
-no es de tu incumbencia-le dije y camine hacia las escaleras, el tipo dijo otra cosa pero no le tome importancia además ya no aguantaba el dolor de cabeza y para que un bastardo venga con sus idioteces era mejor que me fuera a mi cuarto, abrí la puerta, entré y la cerré, me acosté en la cama
-ella merece lo mejor-dijo Gabbe
-ovio yo lo soy-dijo Richard
-YA CÁLLENSE DE UNA VEZ-les grite mientras presionaba mi cabeza, se callaron y no hablaron un buen rato, bostece y el dolor de cabeza había disminuido, sentí pesados los párpados hasta quedar profundamente dormida

Mundo cerrado heridas abiertas *terminada* (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora