El padre de la novia

UCHIHAS Y UZUMAKIS

DISCLAIMER:

Naruto pertenece a Kishimoto y esta historia, "El Padre de la Novia", es una adaptación de la película del mismo nombre estrenada en 1991, protagonizada por Steve Martin, siendo remake de la película estrenada en 1950.

ACLARACIONES:

(bla) *bla = notas de autora.

bla, bla= flashback, onomatopeyas.

"bla, bla"=POV de personajes.

👰🏻👰🏻👰🏻= cambios de escena/escenario

N/A: ¡Hola! Muchas gracias a aquellos que están marcando como sus favoritos esta historia, me alegran mucho el día al igual que sus reviews. Bueno, pues aquí les dejo el siguiente capítulo.

—Bueno, ahora sí nos vamos. No me esperen despiertos, traigo llave.

—De acuerdo hija —dijo Sakura que había llegado al lado de su marido.

—Bueno, nos vemos después Sasuke sensei.

—¡Ay, qué formalidad! Ja, ja, ja, de niño no eras tan así. Llámalo Uchiha o papá —dijo Sarada.

—¡No! Sasuke sensei está bien —contestó Sasuke.

—Bueno, buenas noches, después hay que programarnos para que cenemos todos juntos ahora con mis papás, ellos también están muy emocionados por esto —decía Boruto.

—Claro, ahí eso lo veo con Naruto, ustedes solo revisen el condón.

—¡Papá/Sasuke! —gritaron madre e hija que estaban sonrojadas.

—Digo, digo, la agenda, sí, la agenda. ¡Perdón! Me equivoqué.

—Je... bueno, ustedes diviértanse, hasta luego —decía Sakura mientras despedía a los chicos —. ¡Ay, qué emoción! Mi hermosa nenita se va a casar.

—Tsk... No va a durar.

—¿Quieres apostar?

—Sarada es demasiado independiente, ya te dije, sacó nuestro carácter, ahora súmale la torpeza de Naruto que está en ese mini dobe... les doy dos meses, no, les doy un mes.

—Sasuke-kun, no seas así, Boruto siempre ha sido el indicado.

—Ja, sí cómo no. Y qué me dices de ese discurso súper ensayado y, ¿viste cómo Sarada lo veía? Tenía cara de... de...

—¿De enamorada?

—Tsk.

—Vamos Sasuke, todo lo que él dijo fue sincero, por qué crees que lloré.

—Buena pregunta, no sé por qué las dos lloraron, además tú siempre lloras por todo.

—Gracias por recordar ese detalle.

—¿Y notaste cómo la tocaba?

—¿De qué hablas?

—¿Cómo que de qué hablo? ¡No dejaba de acariciarla!

—¡Ah, sí! Como cuando nos comprometimos, solo que tú no solo me acariciabas —decía de forma algo sensual la pelirrosa.

—Eso era diferente, además no lo hicimos delante de tus padres.

—¡Ah! ¿Te digo todas las habitaciones donde lo hicimos en su casa?

—Eso era diferente, éramos dos... jóvenes que acababan de pasar por momentos difíciles. Pero ahora es de nuestra niña de quien hablamos.