Capítulo 6

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"Quiero besarle" se repetía constantemente. Pero yo seguía comiendome la cabeza "Quiero besarle pero cuando me vaya quizás me arrepienta.." pero sólo quería besar esos dulces labios. Oír su voz se convirtió en un hobby para mí. Mirarle y perderme en su mirada... Dios mío me encantaba! Pero seguía sientiendo ese fuerte ardor en mi pecho que me hacía pensar que quizás era un Romeo, pero yo no era su Julieta. Pero seguía queriendo besarle. Y de repente sonó el teléfono, y supuse que era Niall.  

-Hola cielo, qué tal la noche?  

-Hola... Muy bien y la tuya? 

-Perfectamente, quiero verte ya, princesa. Puedes quedar mañana? 

-Oh vale.- Acababa de recordar de que al día siguiente saldría con mi padre para ver Londres juntos así que dolorosamente no podía verle-. Aunque... No puedo, lo siento 

-Por qué? Necesito poder.. ping! -Se me cayó el teléfono al suelo y se colgó la llamada. 

Ahora no paraba de hacerme preguntas de todo tipo, desde las más cursis hasta las más sucias.. Que querría haber dicho? Era un gran misterio para mi. Así que para no comerme más la cabeza me fui a echar una cabezadita. Pero pasaron dos horas desde que me acosté y nada. No podía parar de pensar en él, en su sonrisa, su voz, sus abrazos, sus "princesa" y en su "necesito poder..", cuando me cabeza llegaba a ese pensamiento era cómo una clase de saturación, no podía pensar en gran cosa que más que en esas dos simples palabras. Que no significaban gran cosa para nada ni nadie pero a mi me aportaban algo, y ese algo era Niall. La gente quizás pensará que enamorarse en dos o tres días es demasiado rápido, ya que no conoces mucho a esa persona, pero con Niall todo eso cambiaba... Lo que yo empecé a sentir por Niall crecía cada segundo, minuto, hora, día... Él era la única persona que cuando estaba triste si pensaba en él, por muy  triste que estuviera, imaginar su sonrisa me hacía sonreír ser feliz, era cómo una satisfacción que me hacía estar muy agusto. Y en esos momentos lo único que me apetecía hacer era hablar con Sara. La conozco que desde que tenía 12 años, ese entonces ella tenía 14. Y decidí abrirle en WhatsApp para que me consolara a las 3:45 de la mañana. Ella desde que la concocí se convirtió en mi amiga sobresaliente, es decir, mejor amiga. Era de esas personas, en las que sólo le veo la mirada y ya sabía que me quería decir. Era mi otro yo, y la única que me conocía casi mejor que yo. "Como estás por allí Lisy?" "Bueno... En sí estoy muy bien, he conocido a un chico, Niall, y me jode saber que quizás no le vea jamás." "Entiendo.. Mañana hablamos que muero de sueño, te quiero Lisy." "Te quiero." -Contesté.

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