Empacó sus calcetines, sus camisas, puso su teclado en una caja y fijó la alarma a las 4:30, cerró sus ojos y durmió. Rin rin rin, la alarma sonó, él como siempre tan puntual, se levantó, despertó a toda su familia apresurándolos para que estuvieran listos, pues el taxi estaba a punto de llegar. No todos lo iban a acompañar pues en el carro no habia suficiente espacio, así que cuando llegó el momento, abrazó fuertemente a su abuelo, le dijo que iba a esperar ansioso a que lo visitara. A simple vista se veía que el taxista estaba cansado, puesto a que sus ojos le bailaban de un lado para el otro, todos se subieron y esperaron a llegar...
Puso su pie sobre el aereopuerto y en ese instante se dio cuenta que todo era cierto, no era producto de su imaginación, estaba a punto de viajar a México, pronto vería a su padre después de largo tiempo, y comenzaría una nueva vida; él tenía muchas expectativas, estaba ya acostumbrado a ver México en las telenovelas vespertinas.
Alex se despidió de toda su familia pero en especial, se despidió de su madre, una mujer que había sacado a la familia adelante después de ser abandonada, el soltó varias lágrimas y claro cómo no hacerlo tras saber que posiblemente no vería a su madre después de mucho tiempo pero él sabía que todo lo que ocurría era por una razón; se despidió...-Lo siento chico, sin cédula no puede viajar, dijo el oficial encargado de recibir los papeles en la entrada a la sala de espera; Alex se preocupó y se quedó sin aliento, afortunadamente su abuelo parte de padre iba a viajar con él y para su suerte, tomó la palabra; el poder persuativo que éste tenía era maravilloso, así que, salieron ilesos de aquel escenario, listos para viajar.
En Ecuador el clima era demasiado caliente pero Alex se había vestido con 1 camiseta y 2 chamarras, esperando a que cuando llegara a México, el frío haría reclamo de estas prendas; él estaba muy emocionado, nunca fue realmente amante del clima ecuatoriano, no le gustaba la idea de que fuera tan húmedo, aquella humedad que te hace sentir como si estuvieses en un horno y sudas sin cesar... pero afortunadamente todo eso estaba a punto de parar, o al menos así él lo creía.
Los padres de Alex se habían separado ya hace casi 3 años; su madre era una persona muy religiosa y había educado a Alex como todo un caballero, siempre con restricciones que para su temprana de edad no parecían molestarle, pero a Alex siempre le faltó esa imagen paterna; Alex había sido enviado a México con el único propósito de unir a la familia, hablar con su padre y hacerlo entrar en razón, él iba muy decidido y preparado, con tan sólo 12 años parecía que él sabía diferenciar claramente las cosas buenas de las malas.
-Hemos llegado a su destino Guadalajara, Copa airlines le agredece su viaje, esperamos que haya tenido un buen servicio, el viaje había pasado en un abrir y cerrar de ojos, claro que antes de llegar a Guadalajara, él y su abuelo hicieron una pequeña escala en Panamá. Alex puso pie en México y se percató que el clima no era muy diferente al de Ecuador pero aún así no se sentía aquel clima húmedo por el contrario era un clima seco, esto le encantó a Alex... Miraba de un lado para otro, indicándole al señor que se encargaba de llevar las maletas en que dirección ir, a lo largo alcanzó ver a su familia, se acercó, estaban todos excepto su padre, compartió unas pequeñas palabras hasta que... -mira Alex, ahí viene tu papá, después de un año todo lo que quería ver era a su padre; corrió, cruzando la mitad del aereopuerto y de un salto abrazó a su papá, la gente que estaba alrededor soltaba una sonrisa que expresaba ternura; fue un momento que quedó marcado como épico.
-Te quiero mucho papi, dijo Alex. Fueron de vuelta al auto y manejaron 3 horas hacia León.
Continuará...